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lunes, 20 de julio de 2009

De la buena costumbre de copiar poemas

Ayer me encontré con éste en medio de innúmeras cosas que demuestran que tengo síndrome de Diógenes y que año tras año pienso que tengo que tirar y que nunca tiro:

Acusam-me de mágoa e desalento,
como se toda a pena dos meus versos
não fosse carne vossa, homens dispersos,
e a minha dor a tua, pensamento.

Hei-de cantar-vos a beleza um dia,
quando a luz que não nego abrir o escuro
da noite que nos cerca como um muro,
e chegares a teus reinos, alegria.

Entretanto, deixai que me não cale:
até que o muro fenda, a treva estale,
seja a tristeza o vinho da vingança.

A minha voz de morte é a voz da luta:
se quem confia a própria dor perscruta,
maior glória tem em ter esperança.

Carlos de Oliveira


Supongo que será de aquellas fotocopias de las clases de portugués porque no soy consciente de haber tenido un libro de Carlos de Oliveira en las manos jamás. De cualquier modo, me gusta. Todo vuestro. Supongo que cuando lo copié no pensaba posible llegar nunca al grado de beatitud existencial en el que me encuentro y que empieza a durar demasiado como para ser bueno. La bipolaridad asomará en cualquier momento y eso también será divertido. Mientras, supongo que debería terminar el TIT. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyyyy (a Portnoy le salía mejor y era por motivos más nobles)

jueves, 18 de junio de 2009

Summertime




Summertime

And the livin’ is easy

Fish are jumpin’

And the cotton is high


Oh your daddy’s rich

And your mamma is good lookin’

So hush little baby

Don’t you cry


One of these mornings

You’re goin’ to rise up singin'

Then you’ll spread your wings

And you’ll take the sky


But till' that mornin'

There’s a nothin’ can harm you

With daddy and mammy

Standin’ by




A veces (muchas) Jose tiene razón al compararme con Janis Joplin. No sólo porque en cuanto empieza el buen tiempo parezco recién salida de Woodstock, sino por infinitas cosas que él, yo y media docena de seres más, sabemos.

Razón tenía Alejandra Pizarnik cuando escribió EL POEMA a Janis Joplin. Desde que lo conozco quiero hacer una entrada con él en el blog.


Para Janis Joplin (fragmento)

a cantar dulce y a morirse luego

no:
a ladrar.

así como duerme la gitana de Rousseau
así cantás, más las lecciones de terror.

hay que llorar hasta romperse
para crear o decir una pequeña canción,
gritar tanto para cubrir los agujeros de la ausencia
eso hiciste vos, eso yo.
me pregunto si eso no aumentó el error.

hiciste bien en morir.
por eso te hablo,
por eso me confío a una niña mostruo



Este verano, por fin, no me voy a la ciudad en la que crecí y que tanto odio, sino que me quedo aquí. Me quedo a terminar el TIT (hacer, mejor dicho) a trabajar y a no estar allí. Aquí no hay mar, pero hasta eso es soportable. Es llegar a Ferrol y que todo lo que se parezca remotamente a la estabilidad (si es que se puede hablar de estabilidad en lo que a mí respecta) se vaya al carajo. De un momento a otro y sin avisar. Un fin de semana, unos días, es tolerable. Más, es una tortura.

Cuando tenía quince años (o trece, o catorce, o dieciséis o los que fueran) no era esta exactamente la concepción de desplegar las alas e irme lejos que tenía. Aunque supongo que el tener que quedarse en casa escribiendo sobre la figura del caballero entre dos damas en la narrativa cortés compensa el hecho de no ir a morir de sobredosis a los veintisiete. Porque creo que, de todas las maneras imaginables de las que puedo morir joven, la heroína es la menos probable. Seguida de cerca por un ataque terrorista sobre la catedral justo cuando vaya hacia la facultad y pase por delante.

Estos días, mientras redacto o no el TIT y escucho a Janis Joplin sigo maravillándome de estar (y llevo ya varios meses y nada parece indicar que vaya a terminarse pronto) en uno de esos rarísimos momentos en que el optimismo desborda y las canciones tristes (o no) y los poemas y todo aquello con infinitas dosis de desesperación y altas probabilidades de catarsis son sólo eso: poemas, canciones, películas, cuadros, lo que sea, pero no las señales que me fueron dejando otros para seguir adelante. El optimismo es cojonudo. ¿Por qué los largos periodos de tiempo que estoy en crisis no lo recuerdo?


miércoles, 1 de abril de 2009

Abril es el mes más cruel...


April is the cruellest month, breeding
Lilacs out of the dead land, mixing
Memory and desire, stirring
Dull roots with spring rain.
Winter kept us warm, covering
Earth in forgetful snow, feeding
A little life with dried tubers.
Summer surprised us, coming over the Starnbergersee
With a shower of rain; we stopped in the colonnade,
And went on in sunlight, into the Hofgarten,
And drank coffee, and talked for an hour.
Bin gar keine Russin, stamm' aus Litauen, echt deutsch.
And when we were children, staying at the archduke's,
My cousin's, he took me out on a sled,
And I was frightened. He said, Marie,
Marie, hold on tight. And down we went.
In the mountains, there you feel free.
I read, much of the night, and go south in the winter.

What are the roots that clutch, what branches grow
Out of this stony rubbish? Son of man,
You cannot say, or guess, for you know only
A heap of broken images, where the sun beats,
And the dead tree gives no shelter, the cricket no relief,
And the dry stone no sound of water. Only
There is shadow under this red rock,
(Come in under the shadow of this red rock),
And I will show you something different from either
Your shadow at morning striding behind you
Or your shadow at evening rising to meet you;
I will show you fear in a handful of dust.
Frisch weht der Wind
Der Heimat zu.
Mein Irisch Kind,
Wo weilest du?
'You gave me hyacinths first a year ago;
'They called me the hyacinth girl.'
Yet when we came back, late, from the Hyacinth garden,
Your arms full, and your hair wet, I could not
Speak, and my eyes failed, I was neither
Living nor dead, and I knew nothing,
Looking into the heart of light, the silence.
Od' und leer das Meer.

Madame Sosostris, famous clairvoyante,
Had a bad cold, nevertheless
Is known to be the wisest woman in Europe,
With a wicked pack of cards. Here, said she,
Is your card, the drowned Phoenician Sailor,
(Those are pearls that were his eyes. Look!)
Here is Belladonna, the Lady of the Rocks,
The lady of situations.
Here is the man with three staves, and here the Wheel,
And here is the one-eyed merchant, and this card,
Which is blank, is something he carries on his back,
Which I am forbidden to see. I do not find
The Hanged Man. Fear death by water.
I see crowds of people, walking round in a ring.
Thank you. If you see dear Mrs. Equitone,
Tell her I bring the horoscope myself:
One must be so careful these days.

Unreal City,
Under the brown fog of a winter dawn,
A crowd flowed over London Bridge, so many,
I had not thought death had undone so many.
Sighs, short and infrequent, were exhaled,
And each man fixed his eyes before his feet.
Flowed up the hill and down King William Street,
To where Saint Mary Woolnoth kept the hours
With a dead sound on the final stroke of nine.
There I saw one I knew, and stopped him, crying 'Stetson!
'You who were with me in the ships at Mylae!
'That corpse you planted last year in your garden,
'Has it begun to sprout? Will it bloom this year?
'Or has the sudden frost disturbed its bed?
'Oh keep the Dog far hence, that's friend to men,
'Or with his nails he'll dig it up again!
'You! hypocrite lecteur! mon semblable, mon frère!'

T.S. Elliot, "The buried of the dead", The Waste Land


Aprovechando que ya estamos en abril y que no ando muy inspirada, hago un alarde de originalidad extrema, de esos que me caracterizan. Dicen que Lovecraft no soportaba La Tierra Baldía y que inclusó la parodió. Amo a Lovecraft, pero creo que no debería meterse a criticar estilos literarios ajenos, no sea que alguien ajeno al terror se meta con el suyo. También amo profundamente el primer canto (y todos los demás) y considero ese "abril es el mes más cruel" (haga o no brotar lilas de la tierra muerta) como uno de los mejores primeros versos que en el mundo han sido. Es más, fuera de borracheras con textos medievales en múltiples lenguas, éste y lo de "La estulticia, el error, el pecado, la mezquindad" de Baudelaire deben ser los dos primeros versos (posteriores al XV) que más cito. Y citar, cito muchos.

De Tierras baldías en innúmeras lenguas ha de estar internet lleno y yo soy vaga y me voy a la cama. Hoy ha sido un día que he pasado casi entero o trabajando o leyendo en francés. Y estuve fuera de casa haciendo cualquiera de las dos cosas doce horas. Mañana, más. Algún día terminaré de devolver visitas, lo prometo.

Por cierto, la "terre gaste" de los romans artúricos medievales (y de eso sé, hacedme caso) no está baldía, sino devastada. No queráis que os suelte el rollo de Perceval, el Rey Pescador y su herida entre las piernas. Ni por qué sangra la lanza y a quién sirve el grial. Ni siquiera lo de que en Chrétien parece no ser un vaso (y mucho menos el de la Última Cena, bla, bla, bla) sino una suerte de escudilla. Ni el hecho de que Chrétien muere sin terminar y sin dejarnos saber qué coño pretendía con el grial y el caballero tan majo, tan rústico y tan naïf que besaba doncellas a la fuerza porque su madre le había aconsejado que se dejara querer. El cuento del Grial tiene casi toda la culpa de mi actual amor por Chrétien, por la literatura artúrica y por la narrativa cortés. El hecho de que el mismo día que lo compré hubiera pasado la mañana con papeleos para cambiarme de Hispánicas a Románicas, el que ese año cursara la Literatura Románica Medieval del XII y el XIII (primer cuatrimestre lírica y teatro; segundo narrativa y épica) y que al año siguiente la Literatura Occitana (que yo había escogido por los trovadores) me la diera el que ahora es mi tutor justo cuando estaba leyendo el resto de Chrétien es pura coincidencia. Todo empezó el día que decidí que estaba bien de opinar que no me gustaba el rollito artúrico basándome en pelis generalmente malas y made in Hollywood. Ese (y no el cambio de carrera) fue el hecho que determinó que pasara de un "literatura medieval, ¡qué coñazo!" a decir que me estaba echando a la Matería de Bretaña como quien se echa a la coca. En una época en que, además, varios de mis amigos más cercanos estaban en ello. En la coca, no en la Materia de Bretaña. Yo me quedé en la literatura. La coca siempre ha estado muy cara (sí, incluso en Galicia) y la mera idea de meterme algo por la nariz me hace estornudar. Y no es que los libros medievales sean precisamente baratos.

Y sí, ya me he emocionado y ya se me ha ido la olla.

Me voy a la cama, antes de que se me vaya más.

La imagen es de Odilon Redon. Hace tiempo que quiero hacer una entrada con él, pero nunca termino de hacerla.




jueves, 5 de marzo de 2009

Hans Baldung Grien



















Dado que anoche no dormí y hoy por la mañana apenas y llevo zombie todo el día, en lugar de leer para el TIT tengo derecho a mirar cuadros bonitos. Y a ver terror.

Buenas noches. A ver si es verdad.

P.S. No entiendo por qué, pero las imágenes se ven más pixeladas en un PC que en mi Mac. De cualquier modo, son todas más grandes y, si pincháis para ampliarlas, ya no están pixeladas (misterios de la tecnología, como siempre)

P.S. 2. Y no, no dormí, claro que no dormí.

jueves, 5 de febrero de 2009

Lizzie. Y mi día de mierda. Y más...





Dead Love

Oh never weep for love that’s dead
Since love is seldom true
But changes his fashion from blue to red,
From brightest red to blue,
And love was born to an early death
And is so seldom true.

Then harbour no smile on your bonny face
To win the deepest sigh.
The fairest words on truest lips
Pass on and surely die,
And you will stand alone, my dear,
When wintry winds draw nigh.

Sweet, never weep for what cannot be,
For this God has not given.
If the merest dream of love were true
Then, sweet, we should be in heaven,
And this is only earth, my dear,
Where true love is not given.

Elizabeth Eleanor Siddal



Llevo un día de mierda.

La imagen, la Ophelia de Millais. Que sé que la puse varias veces, pero me apetecía más poner esta Lizzie que una de las muchísimas que pintó su marido, el bueno de Rossetti. El amor no existe, claro que no. Lástima que Ophelia no lo supiera y que Lizzie no supiera aplicarse el cuento.

No, el amor es lo único que no tienen nada que ver con mi día de mierda. Era lo que me faltaba. Tuve un día de mierda por cosas bastante más importantes. El amor, que no es cierto, murió hace ya casi un año. Lo he dicho varias veces y lo repito: no me vuelve a coger viva.

Y sin embargo, sigue siendo un poco la historia del clavo de Rosalía. Estoy mejor, pero me falta algo.

Y sí, cuando parecía que el día sólo había tenido una gran putada y todavía no se sabía que se había ido a pique, fui a buscarlo. No para recuperar el clavo, claro que no. El clavo no vuelve, vive dios que no!

La Edad Media y la literatura artúrica me han hecho mucho daño. Sin duda. Y la lady of Shalott de Waterhouse que se parece o se parecía a mí, también. ¿No podía ser cualquier otro personaje, hostia?

No, no me suicidaré por amor. Ni pienso volver a tener nada que ver con él. Sin embargo, como invento literario, como entelequia, como mitología, como concepto abstracto, siempre me parecerá sublime. La Edad Media me ha hecho mucho daño, pero también me cambió la vida. Y cambió el pensamiento occidental. Tanto que ahora la gente se cree que existe el amor.

Sería terrible vivir sin trovadores, sin Dante, sin Chrétien. Sin Petrarca. Sin doncellas que piden dones a caballeros. Sin tronos que se ocupen sacando una espada de una piedra. Sin caballeros malos a los que los buenos venzan cortándolos por la mitad. Sin autómatas, sin anillos que te vuelvan invisible, sin reinos subacuáticos donde el tiempo corre de otra manera.

Puede que no haya sido el mejor día para decidirlo, pero realmente quiero ponerme con el TIT. Guinglain, la Insula Dorada, Blonde Esmerée y una serpiente muy grande me esperan.

Y sí, hoy fue un día muy largo que terminó en un llanto más largo todavía por la tontería más tonta. Pero todo el día intenté ver lo positivo o lo relativo de la situación. De las situaciones, que fueron muchas. Claro, tanto lo intenté que la tontería más tonta me hizo llorar por fin lo que tenía que haber llorado desde el principio, desde el hecho de quedarme en blanco en medio de un examen de una asignatura que estoy harta de saberme.

Y eso fue sólo el principio.

viernes, 17 de octubre de 2008

Las ventajas del glamour...

(y no olvidemos que el glamour es lo relativo a las hadas*)

Del glamour, de la ciclotimia y del frikismo. Por este orden. O por el inverso, más bien.

Van a dar las dos de la mañana y en cinco horas suena el despertador (ay!!). Acabo de llegar y la vida empieza a ir mejor. O eso parece.

Empezó a ir mejor a las nueve de la noche, cuando entré en un Gadis a comprar un zumo y algo más para cenar en casa de María y vi un montón de películas a cinco euros. Entre la mierda de rigor (mucha), me vendieron tres trozos de infancia. Sí. A cinco euros (4'90) cada uno. La novia de Frankenstein, Frankenstein y el Hombre Lobo y La mansión de Frankenstein; las delicias de quien ha crecido viendo Alucine los viernes por la noche en la 2. Y no olvidemos que Alucine empezó poniendo la Universal y, cuando se les terminó, pusieron la Hammer. Tres películas de terror de infancia. Tres! Y de la Universal...

Pero seguimos. A eso de las once y media se nos fue la pelotita y decidimos ir a tomar una cerveza. Además, teníamos boletos para el sorteo de un fin de semana en un balneario por el primer aniversario de La Taquilla como tal. No, no nos tocó, porque no fuimos. Estaba lleno y es jueves por la noche. Como que no. Pero fuimos (ya es tradición) a encontrarnos el Rock-a-Hula cerrado y fumarnos un cigarro fuera, maldiciendo nuestra suerte. Y no es que estuviera abierto, pero en el bar había luz y nosotras tenemos glamour. Y nos dejaron entrar. Nos dejaron entrar, nos invitaron a dos cervezas, nos contaron de las reformas (y más cosas) y Lou me trajo a casa. Ahora mismito.

El Hula sigue cerrado (aunque el plan es abrir mañana), pero nosotras allí estábamos, acodadas entre herramientas en la barra, con Lou y Juan, el habitual más habitual (o esa impresión me da a mí, que lo veo siempre que voy), hablando de un factible ciclo de cine de terror (sí!!!) y otros de más cosas, ahora que hay tele y DVD.

Creo que el mundo ha dejado de derrumbarse a mi alrededor. Al menos esta semana.

Y la semana que viene, tenemos el coloquio en el Piñeiro, así que no tendré mucho tiempo para que se derrumbe.

Además, los carteles nuevos tienen foto de disco de Crazy Cavan (que no he encontrado a un tamaño razonable para poner aquí) y Lou dijo que iba a intentar traerlos (!).

Queda Wildest cat on town. Que va a ser que no es la señorita Edgar Allan, también conocida como Folerpa.

Y, ya que estamos, la última foto que le saqué a Folerpa, ya crecida y sin mí detrás. Nuevamente con la cámara del ordenador. Más guapa, ella!

Y para quien que no crea en su crecimiento, otra de la misma noche que la primera. Lo de detrás, con un ojo tapado y cara de "no quiero salir, no quiero salir, no quiero salir!" soy yo, otra vez. La gata brilla porque no había luz en el salón por aquella época. Por eso hay, también, sombras inquietantes de las plantas en la pared. Y yo no tengo glamour porque estoy en pijama, que si no...







* y no olvidemos tampoco el origen medieval de las hadas, que tiene poco que ver con las amigas de Peter Pan en los jardines de Kengsinton... un hada medieval era básicamente una femme fatale. Viviana, la que encierra a Merlín en la torre de aire o en la cueva, según la versión, tras haberle sacado todos sus conocimientos; Morgana, la hermana de Arturo; Laudine, la mujer de Yvain. Y tantas otras...

Y no, para ser hada no hacía falta ser chica de portada de revista. Eran las únicas doncellas que no eran necesariamente o terriblemente guapas o espantosamente feas (y malvadas) en la narrativa artúrica. Otro punto para ellas.

Siempre quise ser Viviana y aprender todo de Merlín y encerrarlo en la torre de aire, en la versión con visitas y demás. Siempre quise un Merlín. Quién quiere un silfo pudiendo liarse con Merlín?

Bien! El TIT se acerca: hoy lo he matriculado y ya pongo notas al pie en las entradas del blog...

Y yo salgo de mi crisis siendo dispersa, como siempre. Tampoco es una mala señal.

Voy a dormir YA.

viernes, 3 de octubre de 2008

Un momento, terrible, antes del resto de la vida

Siempre hay un momento, terrible, antes del resto de la vida y en ese momento un hombre no termina de entender todo lo que ha querido decir una mujer. Y luego hay otro momento, terrible, antes del resto de la vida y en ese momento una mujer tampoco termina de entender todo lo que ha querido decir un hombre. Y nadie se da cuenta de nada.

Alfredo Bryce Echenique, El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz

Una de las citas de mi libreta adolescente. Una verdad del tamaño del mundo. Vengo de mantener conversación literaria con mis Vampiros, como hacía mucho que no la manteníamos y, por una vez, hablamos poquito de terror. Hablamos de épica, de cuestiones formales, de autores hijos de su tiempo (de cualquier tiempo); apocalípticos e integrados (que diría Eco) y, sobre todo, de descensos a los infiernos, del desencanto, del sujeto interactuando (o no) con el mundo. De Homero y Aristófanes a Houellebecq y Phillip Roth. Lo que inventó Cervantes y lo que ya está en Dante. Todo está en Dante. Shakespeare y todo lo que Shakespeare sacó de los textos medievales. Épica y alegoría. De lo sublime y de lo aburrido. Lo bello, lo perfecto y aquello que no lo es, pero marca. Si fulano tuviera tal capacidad de mengano. La mise en abîme. La forma del cuerpo le es más esencial que su propia sustancia. Fantasmas y quimeras. Judíos que hacen literatura comparada y niños rubios que causan la muerte de serios escritores alemanes. Puro vicio.

Y, al llegar a casa, como siempre, la literatura se mezcla con la vida. Y la vida con la literatura.

Además, parece que mi TIT va a ser una propuesta de edición. De una edición que quedaría para la tesis. De un roman artúrico, claro. O un lai. Francés. A no ser que me dé por el Baladro del sabio Merlín castellano. O me quede en los romans y los lais meramente corteses, sin Arturo. No lo sé.

Otra opción es el caballero entre dos damas, como Guinglain. Y amo hasta el paroxismo Le Bel Inconnu. Pero (y ahí mi tutor tiene mucha razón), con el tema de la ecdótica es mucho más difícil dispersarse.

Seguiremos informando.

Queda ilustración de Beardsley para La muerte de Arturo de Malory. A veces me planteo que si no me gustara tanto lo artúrico, podrían no gustarme tanto los prerrafaelistas.

Merlín y Niniana.

Y no, nada de lo que pongo es casual.