martes, 8 de julio de 2008

En un charco de lágrimas

EN UN CHARCO

No vengas ahora. (No vengas ahora,
aunque es de noche.)
Huye.
Hay días malos, días que crecen
en un charco de lágrimas.

Escóndete en tu cuarto y cierra la puerta y haz un nudo
en la llave,
y mírate desnuda en el espejo, como
en un charco de lágrimas.

Me acuerdo que una vez me mordiste los ojos.
Se te llenó la boca de pus y hiel; pisabas
en un charco de lágrimas.

Despréciame. Imagíname convertido en una ruta gris,
sucia, babeante, con las tripas esparcidas
en un charco de lágrimas.

Blas de Otero

1 never more:

Anónimo dijo...

¡Qué lejos en el tiempo, en mi tiempo! Creo que se me ha colgado la sonrisa de la melancolía.

Muchas gracias.

Lindísimo blog