El texto es una variante de un poema de Oliverio Girondo. La película se llama El lado oscuro del corazón y últimamente me acuerdo mucho de ella. Lo que quiere decir que tengo que volver a verla. Y que tengo que seguir diciendo determinadas palabras para que la Muerte no me lleve.
Por lo demás, que a Benedetti lo amo y que a Oliverio Girondo lo descubrí allá en primero de carrera, en el cine de Barroso, viendo esta película. Cuando el cine de Barroso todavía funcionaba. Y podíamos poner (podían, yo aún no estaba en la Comisión) cualquier cosa. Fue el principio del fin, también. El año de Braindead, Fóllame y La Isla el mismo fin de semana. Pero aquello era lógico. A mí me llamaron la atención por poner La noche de los muertos vivientes. Y El tren de Zhou Yu. La primera por gore y la segunda por desconocida. Al grito de "además, tú que siempre pones películas clásicas". Así que tuve que seguir poniendo Ciudadano Kane y Rebelde sin causa. Y tantas por el estilo que ahora no recuerdo si fui yo o no quién las ponía. Pero me gané a pulso ser "la del cine clásico". Y tenía un público selecto que bajaba siempre que era yo quien ponía una película.
Hay veces que se me hace raro no vivir todavía allí. Pero ¡qué bien se vive fuera!
6 never more:
No, un papa cismático en nuestros días no mola nada. Ni no cismático tampoco. Un día te diré en "petit comité" cuál era mi primera opción, aunque en realidad es una bobada.
Lo de hetaira en la Grecia clásica me encanta. Aunque espero que no te parecieras en nada a las hetairas que asedian a Aristófanes en "El escarabajo" de Mújica Láinez. (Lo estoy leyendo estos días.) Apuesto a que no. (Las hetairas no salen muy bien paradas, aunque tampoco el comediógrafo. Hay que comprenderlo, el escarabajo, que es el narrador del relato, es un escarabajo egipcio de lapislázuli y siglos atrás amaba tiernamente a la bellísima Nefertari.)
Lo de filósofo griego también es muy sugestivo. Propongo una combinación interesante de ambos elementos: filósofa-hetaira. Con la inquina de Platón contarías de todos modos: por mujer y por sofista.
Besos.
tendría que ser un hetaira que supiera volar...
Creo que Platón daría su aprobación a Tadzio, pero nunca a Lolita. Pero, ¿a quién demonios importa la aprobación de Platón?
Librero de viejo... Me gusta. Pero has olvidado otra opción interesante: alquimista. No dirás que no lo has pensado nunca. Pronto subiré al blog un relato en el que aparecen algunos célebres tratados alquímicos.
Un beso, Mery.
Ya sabía yo que compartiríamos también la alquimia. No podía ser de otro modo.
En cuanto al debate efebo/nínfula, y aunque desde un punto de vista artístico Tadzio tiene varias cosas a su favor (Mann, Mahler, el encanto decadente de Venecia azotada por la epidemia, Visconti), reconozco los superiores encantos de una nínfula.
Besos.
Por supuesto, hay que saber volar. Pero no tengas cuidado, creo que dominas esa materia y aun podrías dar lecciones.
Me gusta demasiado Lovecraft como para intentar imitarlo. No, se trata de algo mucho más cotidiano, con personajes vulgares, incluso un poco horteras diría. Sólo que entre ellos, de forma inexplicable, hay un extraño manoseo de algunos valiosos clásicos alquímicos.
Mejor te recomendaría el tag anusir-bet.
Besos.
Me gusta Lovecraft. También tú me caes bien. Por momentos pienso que no sólo no existimos, sino que nos ha pensado la misma persona.
Beso.
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