Ya no soy adolescente hasta mañana (como mínimo). Tuve una pataleta vía blog, pero la voy a borrar ahora mismo.
Para compensar, si es que alguien llegó a leerla, unos cuadros de Balthus que no había dejado todavía. Los cuadros de Balthus pueden compensar casi cualquier cosa. Incluso mis arranques de odio a la ciudad de la adolescencia.
Para compensar, si es que alguien llegó a leerla, unos cuadros de Balthus que no había dejado todavía. Los cuadros de Balthus pueden compensar casi cualquier cosa. Incluso mis arranques de odio a la ciudad de la adolescencia.






Y, como me gustan mucho y el blog es mío, Teresa con gatito y en escorzo. Otra vez.

