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lunes, 14 de junio de 2010

Morir como muere un animal pequeño en los cuentos para niños




APROXIMACIONES




abrazando tu sombra en un sueño
mis huesos se arqueaban como flores

*

los bordes de silencio de las cosas
lo callado que recorre la presencia de las cosas

*

estos ojos
sólo se abren
para evaluar la ausencia

*

quién me perdió
en el silencio fantasma de las palabras

*

pasos en la niebla
del jardín de lilas
el corazón regresa
a su negrura

*

quisiera vivir siempre
como algo olvidado en la mano de un muerto

*

¿Por qué escribo?
Por qué sollozo en madrugada
Por qué de pronto este sabor a canto de cisne
Esta espuma verde acumulada en la garganta

Mi corazón es absurdo como una máscara en la lluvia
El espanto lo asemeja al mar
Mi cuerpo es una invasión de tambores en el silencio de la noche

Por qué estas noches como un oasis para brujas
Por qué esta conjuración de ausencias
Este secuestro de la hija del viento

Me rodea en la noche una logia exterminadora
te llamo y no vienes
Te amo y no vienes

Por qué viniste como el relámpago
y me dejaste sola en lo devastado

Si escucharas mi rumor a celda minúscula
poblada de agonizantes
mi jadeo de asfixiada

Si de pronto me vieras en la orilla del despertar,
cantante enmudecida en la cima de su asombro
Si me vieras atada a tu rostro

*

Canciones ambiguas
De algún país arrasado por las lluvias
Canciones de campaneros
memorias de algún hombre que la noche amó

*

un pueblo de luz arderá en la sombra

*

Si un mar por una lira
ángeles furiosos ahogó en el viento

*

noche amada nunca como ahora
en que la pierdo
en lo incierto del día
que rompe lo que me une a mi vida

*

todos comprenden lo que nadie
nadie comprende lo que todos

*

no lejos del alba nace el día
visión de las últimas flores
la luz gira en mi rostro que esperaba
las nupcias de los cuatro elementos

*

siempre habrá el miedo de otras voces
el miedo de otras voces

*

es tarde para reconocer el sol
el sol está y mis ojos cantan
el sol está su primavera es negra
el sol está y es tarde

*

éste es mi invierno elegido
éste es mi deber ante la niebla y lo confuso

*

querer quedarse queriendo irse

*

El amor dibuja en mis ojos el cuerpo anhelado
como un lanzador de cuchillos
tatuando en la pared con temor y destreza
la desnudez inmóvil de la que ama.

Así, en lo oscuro, fragmentos de los que amé,
lúbricos rostros adolescentes,
entre ellos soy otro fantasma.

A veces, en la noche,
me dijeron que mi corazón no existe
pero yo escucho canciones ambiguas
de un país arrasado por las lluvias.

*

Lo que no te dieron.
Lo que no te dan.
Noviciado atroz.

*

así iba yo devorando tinieblas
una flor en mi mano de sonámbula
una sonrisa ajena pegada a mis labios
mi cuerpo desnudo como una palabra
mis deseos abrazados a su imagen

*

si solamente hicieran una hoguera en mis labios
para quemar las sílabas que no se unen

*

el gran pájaro de cuerpo de paja teclea el invisible piano de viento

*

La luz amontonándose inservible a espaldas del sol. Niebla en el pozo. Hacer dibujos en un viejo muro rosado.

*

pájaros polvorientos
con sangre vieja en las alas
flores de metal olvidadas
telarañas enamoradas del espacio
en donde vive el tiempo que pasa

*

se han ocultado
entre los sonidos de la noche

*

El jardín triangular
que oprimo en mi mano
chorrea flores de agua
Abejas de perfume azul
fosforecen como ojos enemigos
incrustados en mis huesos

*

soledad cerrada y dichosa
promesas de súbito cumplidas
como campanas en un amanecer helado

*

detrás de las formas sin consuelo
el día se abre como un canto doloroso
un alarido mágico formulador en el viento

*

Apenas remitida del cielo cerrada
en donde yo era sin color y sin forma
sólo una contemplada.
Apenas devuelta de crepúsculos
de playa sola, de corazón silenciosa.

*

Yo creo en los espejos

*

La noche canta amordazada
Corazones incendiados
en la memoria de mi boca
me penetran vasos vacíos.

*

En la cavidad iluminada
en que este instante es perla pródiga
escucho el ronco abrirse de mi memoria
como una puerta al viento

*

Si morir es memoria cerrada

*

Yo trabajo el silencio
lo hago llama

*

I

Yo no canto, no celebro,
no bailo desnuda y ebria
sobre mi ataúd.
Pero yo le ruego al poema,
yo le pido la luna al poema.


II

He desatado el corazón de la lluvia

Antiguas baladas
alimentaron mi silencio.


III

El amor es este viaje inútil, pero muy suave,
al otro lado del espejo.

Tantas criaturas en mi sed y en mi vaso vacío.


IV

La niña que fui
ahora en mi memoria
entre mis muertos

De lágrimas se nutrirá mil años
De destierro el sonido de su voz

*

yo vi ese rostro partir la mañana
en dos noches iguales.
Mi cuerpo se pobló de muertos
y mi lengua de palabras crispadas,
ruinas de un canto olvidado.

*

COMO YO LA QUERÍA
Morir como muere un animal pequeño
en los cuentos para niños.

Eso tan terrible.
Lleno de hermosura.

*

Las cosas amarilleaban frente a mis ojos
recién venidos de un sueño de otoño.

*

Si la noche no es azul,
si el verano es una lenta plaga.

*

habla al gran espacio vacío
en donde corre una niña
que ya no reconoces

sólo deseo no tener nada con nada

*

Has dicho tantas palabras
que ya no te atreves a oírte llamar.

*

En mis huesos la noche tatuada.
La noche y la nada.

*

Escribes poemas
porque necesitas
un lugar
en donde sea lo que no es

*

El aire se eternizaba
En caras plateadas o coléricas

Se puede morir de presencias

*

Hay un rostro salvajemente asomado al día
que se abre en dos noches iguales.

¿Quién cantará al amor?
No yo.
Yo amo.

*

y finalmente

un himno sin desdicha
un sueño como una estrella

*

ebria del silencio
de los jardines abandonados
mi memoria se abre y se cierra
como una puerta al viento

*

Perdida en el silencio
de las palabras fantasmas.
Si vivir es memoria cerrada
quién me pierde
en el silencio fantasma
de las palabras

*

Zona de la visión perpetua.
Yo la atravesé en un misterioso gemido.

*

Yo he dado el reino de mi edad a la noche de los cuerpos
para saber si hay una luz detrás de la puerta cerrada.

*

En un lugar de temblores
manos oscilan enamoradas
en la dulzura de mi rostro
sobre tu oscuridad ardiente.


Alejandra Pizarnik

martes, 20 de octubre de 2009

Se te queres

Se te queres matar, por que não te queres matar?
Ah, aproveita! que eu, que tanto amo a morte e a vida,
Se ousasse matar-me, também me mataria...
Ah, se ousares, ousa!
De que te serve o quadro sucessivo das imagens externas
A que chamamos o mundo?
A cinematografia das horas representadas
Por atores de convenções e poses determinadas,
O circo policromo do nosso dinamismo sem fím?
De que te serve o teu mundo interior que desconheces?
Talvez, matando-te, o conheças finalmente...
Talvez, acabando, comeces...
E, de qualquer forma, se te cansa seres,
Ah, cansa-te nobremente,
E não cantes, como eu, a vida por bebedeira,
Não saúdes como eu a morte em literatura!

Fazes falta? Ó sombra fútil chamada gente!
Ninguém faz falta; não fazes falta a ninguém...
Sem ti correrá tudo sem ti.
Talvez seja pior para outros existires que matares-te...
Talvez peses mais durando, que deixando de durar...

A mágoa dos outros?... Tens remorso adiantado
De que te chorem?
Descansa: pouco te chorarão...
O impulso vital apaga as lágrimas pouco a pouco,
Quando não são de coisas nossas,
Quando são do que acontece aos outros, sobretudo a morte,
Porque é coisa depois da qual nada acontece aos outros...

Primeiro é a angústia, a surpresa da vinda
Do mistério e da falta da tua vida falada...
Depois o horror do caixão visível e material,
E os homens de preto que exercem a profissão de estar ali.
Depois a família a velar, inconsolável e contando anedotas,
Lamentando a pena de teres morrido,
E tu mera causa ocasional daquela carpidação,
Tu verdadeiramente morto, muito mais morto que calculas...
Muito mais morto aqui que calculas,
Mesmo que estejas muito mais vivo além...
Depois a trágica retirada para o jazigo ou a cova,
E depois o princípio da morte da tua memória.
Há primeiro em todos um alívio
Da tragédia um pouco maçadora de teres morrido...
Depois a conversa aligeira-se quotidianamente,
E a vida de todos os dias retoma o seu dia...

Depois, lentamente esqueceste.
Só és lembrado em duas datas, aniversariamente:
Quando faz anos que nasceste, quando faz anos que morreste.
Mais nada, mais nada, absolutamente mais nada.
Duas vezes no ano pensam em ti.
Duas vezes no ano suspiram por ti os que te amaram,
E uma ou outra vez suspiram se por acaso se fala em ti.

Encara-te a frio, e encara a frio o que somos...
Se queres matar-te, mata-te...
Não tenhas escrúpulos morais, receios de inteligência! ...
Que escrúpulos ou receios tem a mecânica da vida?

Que escrúpulos químicos tem o impulso que gera
As seivas, e a circulação do sangue, e o amor?

Que memória dos outros tem o ritmo alegre da vida?
Ah, pobre vaidade de carne e osso chamada homem.
Não vês que não tens importância absolutamente nenhuma?

És importante para ti, porque é a ti que te sentes.
És tudo para ti, porque para ti és o universo,
E o próprio universo e os outros
Satélites da tua subjetividade objetiva.
És importante para ti porque só tu és importante para ti.
E se és assim, ó mito, não serão os outros assim?

Tens, como Hamlet, o pavor do desconhecido?
Mas o que é conhecido? O que é que tu conheces,
Para que chames desconhecido a qualquer coisa em especial?

Tens, como Falstaff, o amor gorduroso da vida?
Se assim a amas materialmente, ama-a ainda mais materialmente,
Torna-te parte carnal da terra e das coisas!
Dispersa-te, sistema físico-químico
De células noturnamente conscientes
Pela noturna consciência da inconsciência dos corpos,
Pelo grande cobertor não-cobrindo-nada das aparências,
Pela relva e a erva da proliferação dos seres,
Pela névoa atômica das coisas,
Pelas paredes turbihonantes
Do vácuo dinâmico do mundo...


Álvaro de Campos



lunes, 19 de octubre de 2009

Álvaro de Campos

Começo a conhecer-me. Não existo.
Sou o intervalo entre o que desejo ser e os outros me fizeram,
ou metade desse intervalo, porque também há vida ...
Sou isso, enfim ...
Apague a luz, feche a porta e deixe de ter barulhos de chinelos no corredor.
Fique eu no quarto só com o grande sossego de mim mesmo.
É um universo barato.




(outro)




Esta velha angústia,
Esta angústia que trago há séculos em mim,
Transbordou da vasilha,
Em lágrimas, em grandes imaginações,
Em sonhos em estilo de pesadelo sem terror,
Em grandes emoções súbitas sem sentido nenhum.

Transbordou.
Mal sei como conduzir-me na vida
Com este mal-estar a fazer-me pregas na alma!
Se ao menos endoidecesse deveras!
Mas não: é este estar entre,
Este quase,
Este poder ser que...,
Isto.

Um internado num manicômio é, ao menos, alguém,
Eu sou um internado num manicômio sem manicômio.
Estou doido a frio,
Estou lúcido e louco,
Estou alheio a tudo e igual a todos:
Estou dormindo desperto com sonhos que são loucura
Porque não são sonhos.
Estou assim...

Pobre velha casa da minha infância perdida!
Quem te diria que eu me desacolhesse tanto!
Que é do teu menino? Está maluco.
Que é de quem dormia sossegado sob o teu teto provinciano?
Está maluco.
Quem de quem fui? Está maluco. Hoje é quem eu sou.

Se ao menos eu tivesse uma religião qualquer!
Por exemplo, por aquele manipanso
Que havia em casa, lá nessa, trazido de África.
Era feiíssimo, era grotesco,
Mas havia nele a divindade de tudo em que se crê.
Se eu pudesse crer num manipanso qualquer —
Júpiter, Jeová, a Humanidade —
Qualquer serviria,
Pois o que é tudo senão o que pensamos de tudo?

Estala, coração de vidro pintado!


Álvaro de Campos

sábado, 20 de junio de 2009

Celso Emilio Ferreiro

Llevo muchos muchos años enamorada de Celso Emilio Ferreiro y es probable que el amor empezara más o menos cuando leí este texto, en un libro de clase. De Celso Emilio, por casa, sólo había una versión bilingüe (aquellos tiempos tan simpáticos en los que se presuponía que los gallegos que sabían leer no sabían gallego porque era la lengua de hablarle a las vacas y esas cosas) de Longa noite de pedra. Años después, en mi COU, llegó O soño sulagado, que era una de las lecturas obligatorias de Literatura Gallega (y yo siempre mantendré que me gusta más Longa noite de pedra, pero allá quienes seleccionaran el temario), pero no tenía más. Hasta hace unos meses que me compré la Obra Completa (¡sí!) y que por fin he leído los libros que no estaban en la Biblioteca ni tenían las librerías de Ferrol cuando yo era una adolescente enamorada de muchas cosas y de muchos autores.

Este poema pertenece a Cemiterio Privado y hace muchos, muchos años que me pone los pelos de punta:



EPITAFIO SEN SARTEGO

Existen monumentos ó soldado descoñecido
pero ninguén se lembra do labrego que labra a terra
no campo onde naceu o soldado descoñecido,
nin do obreiro que construíu a casa
onde viviu o soldado descoñecido,
nin da nai que pariu un meniño loiro
que despois chegou a ser soldado descoñecido,
nin do poeta que canta, morrendo de noxo,
para que no mundo non haxa soldados descoñecidos.

Celso Emilio Ferreiro


Y, como me siento inspirada y no quiero titear, os lo voy a traducir:


EPITAFIO SIN SARCÓFAGO

Existen monumentos al soldado desconocido
pero nadie se acuerda del labrador que labra la tierra
en el campo donde nació el soldado desconocido,
ni del obrero que construyó la casa
donde vivió el soldado desconocido,
ni de la madre que parió un niñito rubio
que después llegó a soldado desconocido,
ni del poeta que canta, muriéndose de asco,
para que en el mundo no haya soldados desconocidos.

Celso Emilio Ferreiro


Hoy paseaba mi edición de Celso Emilio. Amo profundamente a Celso Emilio y os lo recomiendo encarecidamente. Hay mucho por internet y, si bien suele tener palabras difíciles, tampoco es difícil entender el sentido.

PS que no viene al caso: Lindt tiene un chocolate supuestamente negro (para mi gusto le falta más o menos un 40% de cacao porque sólo tiene un 47%) con sal marina que está cojonudo. Y que anima a titear que da gusto. Vale, el post scriptum era sólo para postergarlo dos minutos más. Ya voy.

jueves, 18 de junio de 2009

Summertime




Summertime

And the livin’ is easy

Fish are jumpin’

And the cotton is high


Oh your daddy’s rich

And your mamma is good lookin’

So hush little baby

Don’t you cry


One of these mornings

You’re goin’ to rise up singin'

Then you’ll spread your wings

And you’ll take the sky


But till' that mornin'

There’s a nothin’ can harm you

With daddy and mammy

Standin’ by




A veces (muchas) Jose tiene razón al compararme con Janis Joplin. No sólo porque en cuanto empieza el buen tiempo parezco recién salida de Woodstock, sino por infinitas cosas que él, yo y media docena de seres más, sabemos.

Razón tenía Alejandra Pizarnik cuando escribió EL POEMA a Janis Joplin. Desde que lo conozco quiero hacer una entrada con él en el blog.


Para Janis Joplin (fragmento)

a cantar dulce y a morirse luego

no:
a ladrar.

así como duerme la gitana de Rousseau
así cantás, más las lecciones de terror.

hay que llorar hasta romperse
para crear o decir una pequeña canción,
gritar tanto para cubrir los agujeros de la ausencia
eso hiciste vos, eso yo.
me pregunto si eso no aumentó el error.

hiciste bien en morir.
por eso te hablo,
por eso me confío a una niña mostruo



Este verano, por fin, no me voy a la ciudad en la que crecí y que tanto odio, sino que me quedo aquí. Me quedo a terminar el TIT (hacer, mejor dicho) a trabajar y a no estar allí. Aquí no hay mar, pero hasta eso es soportable. Es llegar a Ferrol y que todo lo que se parezca remotamente a la estabilidad (si es que se puede hablar de estabilidad en lo que a mí respecta) se vaya al carajo. De un momento a otro y sin avisar. Un fin de semana, unos días, es tolerable. Más, es una tortura.

Cuando tenía quince años (o trece, o catorce, o dieciséis o los que fueran) no era esta exactamente la concepción de desplegar las alas e irme lejos que tenía. Aunque supongo que el tener que quedarse en casa escribiendo sobre la figura del caballero entre dos damas en la narrativa cortés compensa el hecho de no ir a morir de sobredosis a los veintisiete. Porque creo que, de todas las maneras imaginables de las que puedo morir joven, la heroína es la menos probable. Seguida de cerca por un ataque terrorista sobre la catedral justo cuando vaya hacia la facultad y pase por delante.

Estos días, mientras redacto o no el TIT y escucho a Janis Joplin sigo maravillándome de estar (y llevo ya varios meses y nada parece indicar que vaya a terminarse pronto) en uno de esos rarísimos momentos en que el optimismo desborda y las canciones tristes (o no) y los poemas y todo aquello con infinitas dosis de desesperación y altas probabilidades de catarsis son sólo eso: poemas, canciones, películas, cuadros, lo que sea, pero no las señales que me fueron dejando otros para seguir adelante. El optimismo es cojonudo. ¿Por qué los largos periodos de tiempo que estoy en crisis no lo recuerdo?


domingo, 7 de junio de 2009

¿Estrenar una vida diferente?

WATER STREET

El mundo nos resulta ajeno, inhóspito.
Debiera ser destruido por completo.
Construir un mundo nuevo sin sus ruinas.

Y estrenar una vida diferente.

Pero al pasar el tiempo el nuevo mundo
tampoco hallarán propio nuevos hombres..
También ellos querrán un mundo nuevo.

Mejor fuera destruirlo y no hacer otro.

José María Fonollosa



Mejor, realmente... y eso que ando en una de las etapas más optimistas de los últimos años. Claro que el optimismo no quita la percepción de la realidad.

miércoles, 3 de junio de 2009

Drummond de Andrade


NO MEIO DO CAMINHO

No meio do caminho tinha uma pedra
tinha uma pedra no meio do caminho
tinha uma pedra
no meio do caminho tinha uma pedra.

Nunca me esquecerei desse acontecimento
na vida de minhas retinas tão fatigadas.
Nunca me esquecerei que no meio do caminho
tinha uma pedra
tinha uma pedra no meio do caminho
no meio do caminho tinha uma pedra.

Carlos Drummond de Andrade



Como siempre hay alguien que dice que no entiende portugués, os dejo una traducción:


En medio del camino

En medio del camino había una piedra
había una piedra en medio del camino
había una piedra
en medio del camino había una piedra.

Nunca me olvidaré de ese acontecimiento
en la vida de mis retinas tan fatigadas.
Nunca me olvidaré que en medio del camino
había una piedra
había una piedra en medio del camino
en medio del camino había una piedra.

Carlos Drummond de Andrade


La versión portuguesa es infinitamente más hipnótica, a mi modo de ver.

Los gallegos no podemos no pensar en Celso Emilio Ferreiro y su Longa noite de pedra. Al menos el poema. Al menos los gallegos devotos de Celso Emilio.



miércoles, 27 de mayo de 2009

¡Panerianos del mundo, uníos!

Sí, sigue siendo el libro del bolso y hace mucho tiempo que es de mis poetas favoritos. Hace mucho tiempo que es mi absoluto favorito entre los vivos. Al menos entre los vivos que conozco. Pasé demasiado tiempo llorando mi edición perdida y ahora que la he recuperado me regodeo (para bien) en ello.

Puede, sólo puede, que con esta entrada agote el torrente de Paneros de los últimos tiempos. Empieza a ser acritud y lo sé.

La culpa de todo la tienen Jaime Chávarri y Ricardo Franco. Antes de conseguir ver las dos películas (¡por fin!) yo era una paneriana sólo de Leopoldo María y que no era especialmente compulsiva. No más que con todo lo demás. O sea, mucho.

Que acabara de recuperar mi edición (Poesía completa 1970-2000) también ayuda un poco. Las pestañas negras de Michi, en cambio, no demasiado. Eso es algo coyuntural. Sigo siendo total y absolutamente devota de Leopoldo María, aunque el hermano guapo diga que es un coñazo. Aunque esté como una cabra (lo está, qué duda cabe), aunque se haya pasado en su deseo (en su necesidad) de malditismo. Realmente (y quien me conoce puede corroborarlo) nunca me han gustado los chicos guapos. Claro que cuando lo dice ya no se pasa la mano por el pelo ni deja caer los párpados. Ni siquiera tiene ya maneras suaves. Pero se sienta sobre una tumba, pasea con su perro y dice que Leopoldo escribe cada vez peor. Eso tampoco se lo perdono. Lo de Leopoldo. Lo de sentarse sobre la tumba y pasear con el perro era positivo.

Hay varios poemas de Panero (o sea, Leopoldo María, que ni papá ni hermano mayor me gustan -ni los he leído- demasiado, del tío no conozco nada y Michi, hasta donde yo sé, no escribía poemas) que me gustan particularmente y no están (todavía) aquí. Dos que siempre voy a poner pero nunca lo hago (y que van ahora mismito) y uno que no recordaba pero sabía que era el que buscaba cuando hice la entrada de El desencanto y declaré mi odio más feroz a doña Felicidad. Es este:


LA MALDAD NACE DE LA SUPRESIÓN HIPÓCRITA DEL GOZO

«Jois e Jovens n'es trichaire
e malvestatz es d'aqui»

MARCABRÚ



Una cucaracha recorre el jardín húmedo
de mi chambre y circula por entre las botellas vacías:
la miro a los ojos y veo tus dos ojos
azules, madre mía.
Y canta, cantas por las noches parecida a la locura,
velas
con tu maldición para que no me caiga dormido, para que no me olvide
y esté despierto para siempre frente a tus dos ojos,
madre mía.



Los otros dos son, como Proyecto de un beso, como Diario de un seductor, dos de los poemas en los que pienso antes que en casi cualquier otro cuando pienso en Panero. O de los que más me gustan. O que más veces me han dado en los ojos. O... o, en resumen, de los que me parecía imprescindible poner, aunque finalmente nunca lo hiciera. Hasta hoy.



EVE

(Vida y mujer en hebreo, y en inglés, víspera)

A Mercedes, por el hilo que la une al secreto

Porque hiciste mi gesto eterno supe
que eras la muerte: porque ella sólo podía
amarme si no había
hombres para mí, vivos:
sólo ella podía amarme:
y supe también que tú eras
la muerte, y que me amabas.

El rostro de la Humanidad era
para mí el de nadie: como para ella,
como para ti: eres negra y no quieres
nada de lo que vive y no sabe
hasta morir que te desea.
Y vi a través de ti, cómo surgían
y surgen cabezas de la tierra helada:
cabezas, yelmos, corazas, espadas
es el fruto que cosecha la tierra en este a ño
que tanto recuerda al Último, al siguiente,
y me amaste porque yo lo veía, porque
veía crecer ya en el huerto el fruto
monstruoso que incorporaba en sí
todo dolor e injusticia y desastre

y me dijiste: «He aquí mi primer hijo
yo que nada sabía del ridículo gesto
de nacer» y agregaste:
«Este reirá de todo,
y lo encenagará todo con
el veneno de su risa mortal:
cuando no haya nadie
que recuerde cómo se reía, este reirá»
Y te reíste de mí, como mi madre
al ver que yo había nacido de ella.
Tan inmenso
era el frío en las ciudades
que algunos sabían que no era locura
ni es, creer que caerán sobre mí

o seré yo el que caiga al morir sobre tu cuerpo.

Pero en el frío crecían
seguían creciendo -la peor de las alfombras de césped
los huesos y la carne de los soldados
que crecían sobre la tierra helada. Y me dijiste
«ellos no tendrán miedo, porque están
muertos, lo mismo que tú que me amas,
a mí que soy negra
como la vida e hice una piedra de tu gesto»
Y los muertos brotaban sobre la tierra húmeda
-cabezas, yelmos, corazas y espadas
porque la Muerte se había hecho vida.

Y pregunté
-te pregunté entonces-: «Será mi alma buen
alimento para perros?»

Y contestaste: «no esperes
que ella sirva para otra cosa: aquella
fue creada
y pensada lo mismo que tu cuerpo y huesos para
nutrición de los perros finales -lo mismo
que tu palabra. «Y ¿nada he de esperar?» «Nada»
Y vi como espadas y corazas y yelmos
surgían sobre el campo más yermo.

Y me olvidé.




Acojonante, ¿no? Digno de alguien capaz de hacer "de su cadáver el último poema":


DEDICATORIA

Más allá de donde
aún se esconde la vida, queda
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía,
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.



Además, en tanto en cuanto que bonus track, contaros que El Desencanto (ahora que por fin la tengo, voy y lo descubro) está online entre los videos de Google. Enterita. Después de tantos años, en cambio, dista mucho de estar casi entera en youtube. Está la parte referida a Leopoldo María (lógico, esperable) y poco más. Sí, me dió fuerte. Sobre todo porque llovía sobre mojado.

¿Alguien se une?



PS. Redacté ayer, moribunda. Acabo de cambiar un par de signos de puntuación, de eliminar unas frases, de añadir otras y lo lanzo al mundo.



martes, 26 de mayo de 2009

Hay sangre en el jardín qué importa de quién sea



EL ALCAUDON EN LUCHA CON LA SERPIENTE


a Vicente Aleixandre

Hay sangre en el jardín qué importa de quién sea
El granizo golpea las puertas las ventanas
No acudió la serpiente al llamado de Orfeo
No acudió Carlomagno al son del Olifante
Una figura más para el museo de cera
quién sabe si venció si aún está luchando
en Oriente buscó la Piedra Que Da el Sueño

Leopoldo María Panero


(Otra vez, sí. Paseo insaciable mi recién re-comprada edición y acabo de ver las dos películas. Reivindico el derecho a las obsesiones)

sábado, 23 de mayo de 2009

Después de tantos años

Al día siguiente de ver El desencanto, vi Después de tantos años. Claro que tenía intención de verla, lo de la fuerza de voluntad se refería a ser capaz de esperar al día siguiente. En Después de tantos años, habla Michi. Hablan los tres, vaya, pero habla más Michi. Y tiene mucha más razón. Es lógico: Leopoldo María ya anda por el manicomio de Mondragón y Juan Luis es tremendamente inquietante. Más (si eso es posible) que en El desencanto. Sólo le quito la razón en lo de que Leopoldo escriba cada vez peor, porque a Leopoldo no me lo toca ni su hermano pequeño. Felicidad Blanch había muerto unos años antes (aunque la película ya tiene unos quince y ahora Michi también está muerto) y me gusta particularmente como Michi cuenta el show que habían montado sus dos hermanos mayores. Claro que, para fastidiar, no está en youtube.

Además, ya había puesto un video sacado de la película, hace unos meses. Sin saberlo, claro. De cualquier modo, dejo a Michi justo al principio, hablando de la nostalgia, de como reinventamos tiempos pasados y los hacemos mejores. Y culminando con un "qué profundo me pongo".



Pero tampoco puedo no poner poema de Leopoldo María, que ya sabemos que me gusta mucho y soy muy feliz desde que vuelvo a tener edición de Visor, aunque el señor de Follas Novas me diga que no publicó nada más en los últimos diez años. Hace casi ocho (los que llevo en Santiago) que me cansé de discutirle al señor de Follas Novas que que él no lo tenga no significa que no exista.

Hoy soy típica, tópica y semi-resacosa, así que es "La canción del croupier del Mississipi" que, además, no estaba.


LA CANCIÓN DEL CROUPIER DEL MISSISSIPI

«Fifteen men on the Dead Man's Chest.
Yahoo! And a bottle of rum!»

Canción pirata

Fumo mucho. Demasiado.
Fumo para frotar el tiempo y a veces oigo la radio,
y oigo pasar la vida como quien pone la radio.
Fumo mucho. En el cenicero hay
ideas y poemas y voces
de amigos que no tengo. Y tengo
la boca llena de sangre,
y sangre que sale de las grietas de mi cráneo
y toda mi alma sabe a sangre,
sangre fresca no sé si de cerdo o de hombre que soy,
en toda mi alma acuchillada por mujeres y niños
que se mueven ingenuos, torpes, en
esta vida que ya sé.
Me palpo el pecho de pronto, nervioso,
y no siento un corazón. No hay,
no existe en nadie esa cosa que llaman corazón
sino quizá en el alcohol, en esa
sangre que yo bebo y que es la sangre de Cristo,
la única sangre en este mundo que no existe
que es como el mal programado, o
como fábrica de vida o un sastre
que ha olvidado quién es y sigue viviendo, o
quizá el reloj y las horas pasan.
Me palpo, nervioso, los ojos y los pies y el dedo gordo
de la mano lo meto en el ojo, y estoy sucio
y mi vida oliendo.
Y sueño que he vivido y que me llamo de algún modo
y que este cuento es cierto, este
absurdo que delatan mis ojos,
este delirio en Veracruz, y que este
país es cierto este lugar parecido al Infierno,
que llaman España, he oído
a los muertos que el Infierno
es mejor que esto y se parece más.
Me digo que soy Pessoa, como Pessoa era Álvaro de Campos,
me digo que estar borracho es no estarlo
toda la vida, es
estar borracho de vida y no de muerte,
es una sangre distinta de esa otra
espesa que se cuela por los tejados y por las paredes
y los agujeros de la vida.
Y es que no hay otra comunión
ni otro espasmo que este del vino
y ningún otro sexo ni mujer
que el vaso de alcohol besándome los labios
que este vaso de alcohol que llevo en el
cerebro, en los pies, en la sangre.
Que este vaso de vino oscuro o blanco,
de ginebra o de ron o lo que sea
?ginebra y cerveza, por ejemplo?
que es como la infancia, y no es
huida, ni evasión, ni sueño
sino la única vida real y todo lo posible
y agarro de nuevo la copa como el cuello de la vida y cuento
a algún ser que es probable que esté
ahí la vida de los dioses
y unos días soy Caín, y otros
un jugador de poker que bebe whisky perfectamente y otros
un cazador de dotes que por otra parte he sido
pero lo mío es como en «Dulce pájaro de juventud»
un cazador de dotes hermoso y alcohólico, y otros días,
un asesino tímido y psicótico, y otros
alguien que ha muerto quién sabe hace cuánto,
en qué ciudad, entre marineros ebrios. Algunos me
recuerdan, dicen
con la copa en la mano, hablando mucho,
hablando para poder existir de que
no hay nada mejor que decirse
a sí mismo una proposición de Wittgenstein mientras sube
la marea del vino en la sangre y el alma.
O bien alguien perdido en las galerías del espejo
buscando a su Novia. Y otras veces
soy Abel que tiene un plan perfecto
para rescatar la vida y restaurar a los hombres
y también a veces lloro por no ser un esclavo
negro en el sur, llorando
entre las plantaciones!
Es tan bella la ruina, tan profunda
sé todos sus colores y es
como una sinfonía la música del acabamiento,
como música que tocan en el más allá,
y ya no tengo sangre en las venas, sino alcohol,
tengo sangre en los ojos de borracho
y el alma invadida de sangre como de una vomitona,
y vomito el alma por las mañanas,
después de pasar toda la noche jurando
frente a una muñeca de goma que existe Dios.
Escribir en España no es llorar, es beber,
es beber la rabia del que no se resigna
a morir en las esquinas, es beber y mal
decir, blasfemar contra España
contra este país sin dioses pero con
estatuas de dioses, es
beber en la iglesia con música de órgano
es caerse borracho en los recitales y manchas de vino
tinto y sangre «Le livre des masques» de Rémy de Gourmont
caerse húmedo babeante y tonto y
derrumbarse como un árbol ante los farolillos
de esta verbena cultural. Escribir en España es tener
hasta el borde en la sangre este alcohol de locura que ya
no justifica nada ni nadie, ninguna sombra
de las que allí había al principio.
Y decir al morir, cuando tenga
ya en la boca y cabeza la baba del suicidio
gritarle a las sombras, a las tantas que hay y fantasmas
en este paraíso para espectros
y también a los ciervos que he visto en el bosque,
y a los pájaros y a los lobos en la calle y
acechando en las esquinas
«Fifteen men on the Dead Man's Chest
Fifteen men on the Dead Man's Chest
Yahoo! And a bottle of rum!»

Leopoldo María Panero



miércoles, 20 de mayo de 2009

El fracaso es la más resplandeciente victoria

Acabo de ver, gracias a Ulyanov (a quien es tontería que linkee porque su blog requiere invitación) por fin El desencanto y me debato entre el odio a Felicidad Blanch (Felicidad Blanch y yo representamos dos tipos de mujeres condenadas -salvo rarísimas excepciones- a odiarnos a muerte) y la fascinación por los dos Paneros menores. Juan Luis no me había llamado la atención nunca y sigue sin llamármela. Eso sí, tengo el radar desbocado pitando en todas direcciones.

Coincido con Águeda en la fascinación por Michi, pero Leopoldo (hijo) es Leopoldo. Y uno de mis poetas favoritos. Si tuviera que escoger quién me gusta más en el documental, claro que me quedaba con Michi. Michi y sus maneras suaves y sus caídas de párpados en las últimas escenas y su aire de loco encantador en las primeras.

En ningún momento siento la repulsión que he oído a gente decir que siente por Leopoldo María. Ya lo había visto otras veces, había visto fragmentos de El desencanto y no me repele. Me fascina la dicción entre pija y de fumado que tiene en algunos momentos y me resulta tremendamente lúcido siempre. Lúcido como sólo pueden serlo los locos "tocados por la maldición del cielo". Y el verso es casi suyo. El suyo es "un loco tocado por la maldición del cielo".

El desencanto es todo lo que me habían contado pero había que verlo entero y de corrido.

Sobre ella (ella es Felicidad Blanch) había leído (no en vano Panero escribió y dijo tanto sobre ella: a favor y en contra), pero ahora entiendo la relación amor-odio del hijo genio con la mujer voluble y presumida. Voluble, presumida, cobarde y que lo reconoce. La que empieza diciendo que Leopoldo (padre) murió una tarde como tantas otras en las que habían sido felices y se pasa toda la película lavando trapos sucios. El tipo de mujer (no sólo por "niña bien") con la que yo siempre me he llevado a matar. Yo con ellas y ellas conmigo. Simplemente, yo sé por qué no las soporto a ellas y ellas sólo saben que no me soportan a mí porque no me reconocen como lo que ellas consideran que debe ser una mujer. No soy ni delicada ni presumida ni tonta. Bueno, eso último sólo lo espero. No puedo aspirar ni a donna angelicata ni a personaje femenino de novela de Bryce. Y no es que quiera. Aunque Bryce haya sido mi favorito toda la adolescencia, yo jamás me he identificado con ninguno de sus personajes femeninos y no entendía qué les veían los masculinos. El último agilipollamiento incomprensible que tuve con alguien (y que duró cuatro interminables y estúpidos años) terminó definitivamente al comprender que al individuo en cuestión (al que no podía tener más idealizado) le gustaban las niñas pavitas. Hace ya un año de eso.

No puedo. Lo siento pero no puedo. Los tres hijos, bien. La historia, bien. Lo mejor: mi odio para Felicidad Blanch, que en paz descanse. Donde no puede ser tonta. O sí. Nunca se sabe.

Poema de Leopoldo María y fragmento de la película. No sé si seré capaz de no ver Después de tantos años. Mi padre, que me educó para niña delicada y presumida siempre dirá que no tengo fuerza de voluntad. Y no le falta razón.

A mi madre

(reivindicación de una hermosura)

Escucha en las noches cómo se rasga la seda
y cae sin ruido la taza de té al suelo
como una magia
tú que sólo palabras dulces tienes para los muertos
y un manojo de flores llevas en la mano
para esperar a la Muerte
que cae de su corcel, herida
por un caballero que la apresa con sus labios brillantes
y llora por las noches pensando que le amabas,
y dice sal al jardín y contempla cómo caen las estrellas
y hablemos quedamente para que nadie nos escuche
ven, escúchame hablemos de nuestros muebles
tengo una rosa tatuada en la mejilla y un bastón con
empuñadura en forma de pato
y dicen que llueve por nosotros y que la nieve es nuestra
y ahora que el poema expira
te digo como un niño, ven
he construido una diadema
(sal al jardín y verás cómo la noche nos envuelve)


Leopoldo María Panero










Ella no está especialmente hostiable en este fragmento. Lo puse por él.

domingo, 17 de mayo de 2009

Benedetti ya no existe. Mierda

No puedo escoger un solo texto de Benedetti. Ni quiero. Ni siquiera sabría si escoger verso o prosa. Ni si querría escoger verso o prosa. Mierda.

¿Por qué, por qué, por qué se ha muerto Benedetti? Ahora que ya llevaba tantos días mal que parecía que se iba a poner bien. Ahora que mis Inventarios (aunque sólo tengo el I y el II) ya están aquí, "porque Benedetti está muy malito". Mierda.

Benedetti es una de esas escogidísimas personas que deberían ser inmortales. Mierda. Mierda, mierda, mierda.

En cambio, Dan Brown sigue vivo. Y no pienso citar más, pero saldrían muchísimos. Mierda.

Sé que últimamente lo digo mucho, pero se está acabando el mundo. Mierda.

Mierda.



sábado, 16 de mayo de 2009

La vida se está muriendo de sed

LOS SUSTITUTOS

a Jack London, cuyos personajes eran heroicos e inauditos
lo mató la bebida.
a Eugene O'Neill, que componía obras
oscuras y poéticas, lo dejaba
inconsciente.

ahora nuestros modernos
dan conferencias en las universidades
con traje y corbata,
y los jovencitos sobriamente estudiosos
y las jovencitas de ojos vidriosos
los miran
con reverencia.
el césped estalla de verdor, los libros resultan muy aburridos
y la vida se está muriendo de
sed.

Charles Bukowski



Hacía años que ni releía ni leía casi nada a Bukowski cuando estas navidades, Jose me regaló el último poemario que publicó en vida, Poemas de la última noche en la tierra. Fui adolescente lectora de Bukowski, como buena adolescente lectora. Devoradora de Bukowski, incluso. Sigo sin comprender cómo es posible tener todos los cuentos que tiene el bueno de Buk sobre "me emborracho y cargo carne congelada" y que sean tan fascinantes. "La máquina de follar" se cuenta entre mis cuentos favoritos (con gran escándalo de mi progenitor cuando me escuchó recomendárselo a mi tío, hace ya muchos años), pero yo entré a Bukowski por la poesía.

La poesía de Bukowski hace que me caiga inmensamente bien.

Y siempre he desconfiado de la gente que no bebía absolutamente nada.

sábado, 2 de mayo de 2009

Fonollosa se niega a hacer sonetos

Fifth Avenue

Me niego a hacer sonetos. Su estructura
-dos anchos ataúdes de cuartetos
y otros dos más delgados de tercetos-
los muestra adustos, serios de figura.

O semejan barrotes de una dura
prisión de endecasílabos sujetos
por rimas consonantes; obsoletos
modelos del rigor. ¿Poesía pura?

Mayormente son versos preparados
a medida del molde y presentados
con un burdo remedo de la música.

Abjuro de sonetos donde sobra
o falta espacio para expresar la obra
en su justa extensión, la exacta, la única.

José María Fonollosa


Tengo debilidad por este tipo de sonetos. Desde Quevedo, tengo debilidad por los sonetos en general. Y digo desde Quevedo porque Petrarca, Dante y sus amigos llegaron después. Incluso Garcilaso llegó después. O Quevedo llegó antes. La cuestión es que le tengo cariño a lo de los dos cuartetos y dos tercetos. Yo, que aborrezco la métrica y contar sílabas casi tanto como la morfología y segmentar (falsamente) palabras.

Y en lugar de leer poesía en internet, debería irme a dormir.


Si alguien sabe escribir (bien) ripios, es Sabina

I]

De Brassens aprendí la minuciosa
manera de rimar lo nunca oído,
de Gardel el insomnio del olvido,
de Dylan la insolencia caprichosa.
De Lou Reed la amanita venenosa,
de Paco Ibáñez el jardín florido,
de Krahe la ecuación del bien nacido,
de Luis Eduardo el mar color de rosa.
De Modugno Sanremos veniales,
de Juan Luis Guerra la oración del huerto,
de Chavela rencores vaginales.
De Camarón el grito en el desierto,
de Chabuca jazmines coloniales,
de Serrat a cantar después de muerto.

II]

De Cohen la pasión de los profetas,
de Waits el bastardo crucigrama,
de Charly el aristócrata en pijama,
de Louis Armstrong burdeles y trompetas.
De los Stones zarcillos y braguetas,
de Yupanqui milonga y pachamama,
de Milanés la conga de la fama,
de Chico Buarque esdrújulas con tetas.
De Rubén Blades el diente de oro,
de Chicho el desparpajo frente al toro,
de Silvio la prosodia incandescente.
De Edith Piaf el indulto y la condena,
de Billie Holiday el alma en pena,
de José Alfredo el credo de la gente.

Joaquín Sabina


Además de haber sido proyecto de romanista, de haber compuesto muchas de las canciones que más me gustan en el mundo y haber formulado por mí un montón de cosas que yo no sabía, mucho antes de que se me ocurriera que quería formularlas, Sabina tiene sonetos que me gustan mucho. Y la capacidad (repito) de ser ripioso pero bien. Algo que no tiene nada de fácil, supongo.

Sabina suena ahora mismo. Sabina es, por temporadas, mi banda sonora, claro. Siempre hay una canción de Sabina (para eso escribió tantas, el cabrón) para el momento. A no ser que seas de la otra sección de la población, claro. Los que odian a Sabina tan incondicionalmente como lo amamos otros.

Y no es que últimamente no esté haciendo mierda, que hasta dicen que grabó con Raphael. Pero todavía no ha llegado al punto al que sí llego Woody y yo todavía le perdono hasta cosas así.

Os dejo también "Whisky sin soda". Porque hasta en lo de las Majas de Goya estoy de acuerdo. De cuando tenía voz y esas cosas... (y lo de "Sabina está acabado, ya no tiene voz" hace por lo menos diez años que lo dicen)





Sólo cumplo años los años bisiestos que acaban en dos
Gasto más que gano, vivo con lo puesto menos un botón,
No tengo costumbre de guardar la ropa si voy a nadar,
Nunca le hago ascos a la última copa ni al próximo bar,
Vendí por amores y no por dinero mi alma a Belcebú
Y de las dos majas de Goya prefiero la misma que tú.
¿Qué voy a hacerle yo,
si me gusta el güisqui sin soda,
el sexo sin boda,
las penas con pan?
¿Qué voy a hacerle yo,
si el amor me gusta sin celos,
la muerte sin duelo,
Eva con Adán?
Opino con sade que al deseo los frenos le sientan fatal,
Nunca entiendo el móvil del crimen, a menos que sea pasional;
Si estrené algún himen, si rompí algún plato en mi mocedad,
Hoy, ta retirado, sólo robo y mato por necesidad.
Siempre que la muerte viene tras mi pista me escapo por pies,
Hay que estar al loro si eres trapecista y saltas sin red.
¿Qué voy a hacerle yo,
si me gusta el güisqui sin soda,
el sexo sin boda,
las penas con pan?
¿Qué voy a hacerle yo,
si el amor me gusta sin celos,
la muerte sin duelo,
Eva con Adán?

martes, 28 de abril de 2009

¡Qué lástima!

¡Qué lástima
que yo no pueda cantar a la usanza
de este tiempo lo mismo que los poetas que hoy cantan!
¡Qué lástima
que yo no pueda entonar con una voz engolada
esas brillantes romanzas
a las glorias de la patria!
¡Qué lástima
que yo no tenga una patria!
Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que pasa
desde una tierra a otra tierra, desde una raza
a otra raza,
como pasan
esas tormentas de estío desde esta a aquella comarca.
¡Qué lástima
que yo no tenga comarca,
patria chica, tierra provinciana!
Debí nacer en la entraña
de la estepa castellana
y fui a nacer en un pueblo del que no recuerdo nada;
pasé los días azules de mi infancia en Salamanca,
y mi juventud, una juventud sombría, en la Montaña.
Después... ya no he vuelto a echar el ancla,
y ninguna de estas tierras me levanta
ni me exalta
para poder cantar siempre en la misma tonada
al mismo río que pasa
rodando las mismas aguas,
al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa.
¡Qué lástima
que yo no tenga una casa!
Una casa solariega y blasonada,
una casa
en que guardara,
a más de otras cosas raras,
un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada
(que me contaran
viejas historias domésticas como a Francis Jammes y a Ayala)
y el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla.
¡Qué lástima
que yo no tenga un abuelo que ganara
una batalla,
retratado con una mano cruzada
en el pecho, y la otra en el puño de la espada!
Y, ¡qué lástima
que yo no tenga siquiera una espada!
Porque..., ¿Qué voy a cantar si no tengo ni una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón viejo de cuero, ni una mesa, ni una espada?
¡Qué voy a cantar si soy un paria
que apenas tiene una capa!

Sin embargo...
en esta tierra de España
y en un pueblo de la Alcarria
hay una casa
en la que estoy de posada
y donde tengo, prestadas,
una mesa de pino y una silla de paja.
Un libro tengo también. Y todo mi ajuar se halla
en una sala
muy amplia
y muy blanca
que está en la parte más baja
y más fresca de la casa.
Tiene una luz muy clara
esta sala
tan amplia
y tan blanca...
Una luz muy clara
que entra por una ventana
que da a una calle muy ancha.
Y a la luz de esta ventana
vengo todas las mañanas.
Aquí me siento sobre mi silla de paja
y venzo las horas largas
leyendo en mi libro y viendo cómo pasa
la gente a través de la ventana.
Cosas de poca importancia
parecen un libro y el cristal de una ventana
en un pueblo de la Alcarria,
y, sin embargo, le basta
para sentir todo el ritmo de la vida a mi alma.
Que todo el ritmo del mundo por estos cristales pasa
cuando pasan
ese pastor que va detrás de las cabras
con una enorme cayada,
esa mujer agobiada
con una carga
de leña en la espalda,
esos mendigos que vienen arrastrando sus miserias, de Pastrana,
y esa niña que va a la escuela de tan mala gana.
¡Oh, esa niña! Hace un alto en mi ventana
siempre y se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
¡Qué gracia
tiene su cara
en el cristal aplastada
con la barbilla sumida y la naricilla chata!
Yo me río mucho mirándola
y la digo que es una niña muy guapa...
Ella entonces me llama
¡tonto!, y se marcha.
¡Pobre niña! Ya no pasa
por esta calle tan ancha
caminando hacia la escuela de muy mala gana,
ni se para
en mi ventana,
ni se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
Que un día se puso mala,
muy mala,
y otro día doblaron por ella a muerto las campanas.

Y en una tarde muy clara,
por esta calle tan ancha,
al través de la ventana,
vi cómo se la llevaban
en una caja
muy blanca...
En una caja
muy blanca
que tenía un cristalito en la tapa.
Por aquel cristal se la veía la cara
lo mismo que cuando estaba
pegadita al cristal de mi ventana...
Al cristal de esta ventana
que ahora me recuerda siempre el cristalito de aquella caja
tan blanca.
Todo el ritmo de la vida pasa
por el cristal de mi ventana...
¡Y la muerte también pasa!

¡Qué lástima
que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón de viejo cuero, ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria
que apenas tiene una capa...
venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!

León Felipe


Este poema tiene toda la culpa de mi amor por León Felipe y casi toda de mi condición de apátrida. El resto la tiene el tener un padre militar y patriota, claro. Un padre que dijo cuando era pequeña que León Felipe en general y este poema en particular "no eran para niños". Así terminé. Sin dios ni patria ni rey y estudiando literatura. Y traumatizada por el hecho de que la nariz de la niña se viera igual pegada al cristal del ataud que al de la ventana.

Luego llegó Poe, claro. Las niñas muertas de Poe habían hecho cosas de importancia, como dar envidia a los ángeles y esas historias, pero a Poe le faltó siempre el tema político. Y no es que vaya a censurar a mi primer amor por no hacer una escritura comprometida, claro que no. Sobre todo porque le faltaba en compromiso político lo que le sobraba en aliteración. Y prefiero las aliteraciones de Poe a la ironía de León Felipe, claro. Empezando porque a Poe lo prefiero a casi todo y desde que el mundo es mundo.

Y luego llegaron casi todos los demás. Y no es que la generación de los cincuenta sea lo mejor que ha dado de sí la literatura en lengua cervantina, pero tampoco es ni de lejos lo peor. Y todos tienen esto que hace que, a aquellos que hemos crecido escuchando cantautores, nos gusten. Eso y que del 27 a los novísimos, prácticamente lo único que había en el país en el que algunos dicen que vivo y en el que mandaba un señor bajito, conservador, con bigote y procedente de la ciudad en la que me tocó crecer, era esta gente, el petardo de Pemán y el papá de Panero que lo único bueno que hizo por la literatura fue reproducirse.

miércoles, 22 de abril de 2009

Una mirada para abatir el albatros

Una mirada
para abatir al albatros

Dos miradas
para detener el paisaje
al borde del río

Tres miradas
para cambiar la niña
en volantín

Cuatro miradas
para sujetar el tren que
cae en abismo

Cinco miradas
para volver a encender las estrellas
apagadas por el huracán

Seis miradas
para impedir el nacimiento
del niño acuático

Siete miradas
para prolongar la vida de
la novia

Ocho miradas
para cambiar el mar
en cielo

Nueve miradas
para hacer bailar los
árboles del bosque

Diez miradas
para ver la belleza que se presenta
entre un sueño y una catástrofe




Vicente Huidobro


El blog da problemas para las sangrías, así que este es el formato más próximo al original que conseguí. No es un caligrama, así que no es traumático. (Oh, dios mío, pero no se pueden poner caligramas... ¡eso sí es traumático!)

lunes, 20 de abril de 2009

Ese amanecer que recuerda a la nada

LA CUÁDRUPLE FORMA DE LA NADA

Yo he sabido ver el misterio del verso
que es el misterio de lo que a sí mismo nombra
el anzuelo hecho de la nada
prometido al pez del tiempo
cuya boca sin dientes muestra el origen del poema
en la nada que flota antes de la palabra
y que es distinta a la nada que el poema canta
y también a esa nada en que expira el poema:
tres son pues las formas de la nada
parecidas a cerdos bailando en torno del poema
junto a la casa que el viento ha derrumbado
y ay del que dijo una es la nada
frente a la casa que el viento ha derrumbado:
porque los lobos persiguen el amanecer de las formas
ese amanecer que recuerda a la nada;
triple es la nada y triple es el poema
imaginación escrita y lectura
y páginas que caen alabando a la nada
la nada que no es vacío sino amplitud de palabras
peces shakespearianos que boquean en la playa
esperando allí entre las ruinas del mundo
al señor con yelmo y con espada
al señor sin fruto de la nada.
Testigo es su cadáver aquí donde boquea el poema
de que nada se ha escrito ni se escribió nunca
y ésta es la cuádruple forma de la nada.

Leopoldo María Panero

domingo, 12 de abril de 2009

You are welcome to Elsinore

YOU ARE WELCOME TO ELSINORE

Entre nós e as palavras há metal fundente
entre nós e as palavras há hélices que andam
e podem dar-nos morte violar-nos tirar
do mais fundo de nós o mais útil segredo
entre nós e as palavras há perfis ardentes
espaços cheios de gente de costas
altas flores venenosas portas por abrir
e escadas e ponteiros e crianças sentadas
à espera do seu tempo e do seu precipício

Ao longo da muralha que habitamos
há palavras de vida há palavras de morte
há palavras imensas, que esperam por nós
e outras, frágeis, que deixaram de esperar
há palavras acesas como barcos
e há palavras homens, palavras que guardam
o seu segredo e a sua posição

Entre nós e as palavras, surdamente,
as mãos e as paredes de Elsinore

E há palavras noturnas palavras gemidos
palavras que nos sobem ilegíveis à boca
palavras diamantes palavras nunca escritas
palavras impossíveis de escrever
por não termos connosco cordas de violinos
nem todo o sangue do mundo nem todo o amplexo do ar
e os braços dos amantes escrevem muito alto
muito além do azul onde oxidados morrem
palavras maternais só sombra só soluço
só espasmo só amor só solidão desfeita

Entre nós e as palavras, os emparedados
e entre nós e as palavras, o nosso dever falar

Mário Cesariny


Para los que siempre dicen que no saben portugués o los que directamente dicen no saber en qué está escrito, una traducción aquí.

Además, tengo antojo de Hamlet, hablando de todo un poco y de Elsinore.

miércoles, 1 de abril de 2009

Abril es el mes más cruel...


April is the cruellest month, breeding
Lilacs out of the dead land, mixing
Memory and desire, stirring
Dull roots with spring rain.
Winter kept us warm, covering
Earth in forgetful snow, feeding
A little life with dried tubers.
Summer surprised us, coming over the Starnbergersee
With a shower of rain; we stopped in the colonnade,
And went on in sunlight, into the Hofgarten,
And drank coffee, and talked for an hour.
Bin gar keine Russin, stamm' aus Litauen, echt deutsch.
And when we were children, staying at the archduke's,
My cousin's, he took me out on a sled,
And I was frightened. He said, Marie,
Marie, hold on tight. And down we went.
In the mountains, there you feel free.
I read, much of the night, and go south in the winter.

What are the roots that clutch, what branches grow
Out of this stony rubbish? Son of man,
You cannot say, or guess, for you know only
A heap of broken images, where the sun beats,
And the dead tree gives no shelter, the cricket no relief,
And the dry stone no sound of water. Only
There is shadow under this red rock,
(Come in under the shadow of this red rock),
And I will show you something different from either
Your shadow at morning striding behind you
Or your shadow at evening rising to meet you;
I will show you fear in a handful of dust.
Frisch weht der Wind
Der Heimat zu.
Mein Irisch Kind,
Wo weilest du?
'You gave me hyacinths first a year ago;
'They called me the hyacinth girl.'
Yet when we came back, late, from the Hyacinth garden,
Your arms full, and your hair wet, I could not
Speak, and my eyes failed, I was neither
Living nor dead, and I knew nothing,
Looking into the heart of light, the silence.
Od' und leer das Meer.

Madame Sosostris, famous clairvoyante,
Had a bad cold, nevertheless
Is known to be the wisest woman in Europe,
With a wicked pack of cards. Here, said she,
Is your card, the drowned Phoenician Sailor,
(Those are pearls that were his eyes. Look!)
Here is Belladonna, the Lady of the Rocks,
The lady of situations.
Here is the man with three staves, and here the Wheel,
And here is the one-eyed merchant, and this card,
Which is blank, is something he carries on his back,
Which I am forbidden to see. I do not find
The Hanged Man. Fear death by water.
I see crowds of people, walking round in a ring.
Thank you. If you see dear Mrs. Equitone,
Tell her I bring the horoscope myself:
One must be so careful these days.

Unreal City,
Under the brown fog of a winter dawn,
A crowd flowed over London Bridge, so many,
I had not thought death had undone so many.
Sighs, short and infrequent, were exhaled,
And each man fixed his eyes before his feet.
Flowed up the hill and down King William Street,
To where Saint Mary Woolnoth kept the hours
With a dead sound on the final stroke of nine.
There I saw one I knew, and stopped him, crying 'Stetson!
'You who were with me in the ships at Mylae!
'That corpse you planted last year in your garden,
'Has it begun to sprout? Will it bloom this year?
'Or has the sudden frost disturbed its bed?
'Oh keep the Dog far hence, that's friend to men,
'Or with his nails he'll dig it up again!
'You! hypocrite lecteur! mon semblable, mon frère!'

T.S. Elliot, "The buried of the dead", The Waste Land


Aprovechando que ya estamos en abril y que no ando muy inspirada, hago un alarde de originalidad extrema, de esos que me caracterizan. Dicen que Lovecraft no soportaba La Tierra Baldía y que inclusó la parodió. Amo a Lovecraft, pero creo que no debería meterse a criticar estilos literarios ajenos, no sea que alguien ajeno al terror se meta con el suyo. También amo profundamente el primer canto (y todos los demás) y considero ese "abril es el mes más cruel" (haga o no brotar lilas de la tierra muerta) como uno de los mejores primeros versos que en el mundo han sido. Es más, fuera de borracheras con textos medievales en múltiples lenguas, éste y lo de "La estulticia, el error, el pecado, la mezquindad" de Baudelaire deben ser los dos primeros versos (posteriores al XV) que más cito. Y citar, cito muchos.

De Tierras baldías en innúmeras lenguas ha de estar internet lleno y yo soy vaga y me voy a la cama. Hoy ha sido un día que he pasado casi entero o trabajando o leyendo en francés. Y estuve fuera de casa haciendo cualquiera de las dos cosas doce horas. Mañana, más. Algún día terminaré de devolver visitas, lo prometo.

Por cierto, la "terre gaste" de los romans artúricos medievales (y de eso sé, hacedme caso) no está baldía, sino devastada. No queráis que os suelte el rollo de Perceval, el Rey Pescador y su herida entre las piernas. Ni por qué sangra la lanza y a quién sirve el grial. Ni siquiera lo de que en Chrétien parece no ser un vaso (y mucho menos el de la Última Cena, bla, bla, bla) sino una suerte de escudilla. Ni el hecho de que Chrétien muere sin terminar y sin dejarnos saber qué coño pretendía con el grial y el caballero tan majo, tan rústico y tan naïf que besaba doncellas a la fuerza porque su madre le había aconsejado que se dejara querer. El cuento del Grial tiene casi toda la culpa de mi actual amor por Chrétien, por la literatura artúrica y por la narrativa cortés. El hecho de que el mismo día que lo compré hubiera pasado la mañana con papeleos para cambiarme de Hispánicas a Románicas, el que ese año cursara la Literatura Románica Medieval del XII y el XIII (primer cuatrimestre lírica y teatro; segundo narrativa y épica) y que al año siguiente la Literatura Occitana (que yo había escogido por los trovadores) me la diera el que ahora es mi tutor justo cuando estaba leyendo el resto de Chrétien es pura coincidencia. Todo empezó el día que decidí que estaba bien de opinar que no me gustaba el rollito artúrico basándome en pelis generalmente malas y made in Hollywood. Ese (y no el cambio de carrera) fue el hecho que determinó que pasara de un "literatura medieval, ¡qué coñazo!" a decir que me estaba echando a la Matería de Bretaña como quien se echa a la coca. En una época en que, además, varios de mis amigos más cercanos estaban en ello. En la coca, no en la Materia de Bretaña. Yo me quedé en la literatura. La coca siempre ha estado muy cara (sí, incluso en Galicia) y la mera idea de meterme algo por la nariz me hace estornudar. Y no es que los libros medievales sean precisamente baratos.

Y sí, ya me he emocionado y ya se me ha ido la olla.

Me voy a la cama, antes de que se me vaya más.

La imagen es de Odilon Redon. Hace tiempo que quiero hacer una entrada con él, pero nunca termino de hacerla.