jueves, 31 de diciembre de 2009

Reflexión

Podría hacer un balance real de 2009 para llegar a la misma conclusión: 2009 fue una puta mierda.

Feliz 2010. 2010 se está haciendo esperar demasiado para mi gusto. Cuando un año es malo, encima termina despacito...

sábado, 26 de diciembre de 2009

Placidez



O sentimiento positivo: todavía no ha terminado la Navidad, ando por Ferrol y hoy estuve en un entierro. Para compensar, no tengo que madrugar hasta enero y 2010 se acerca tan rápido como languidece el puto 2009. Sí, estoy positiva. A ver cuánto dura.

El cuadro, de Joseph-Désiré Court. Lo saqué del tumblr.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Odio

Odio la Navidad de una forma tan asquerosamente tópica que se convierte en un motivo más para odiarla. Sólo tiene de bueno las versiones de la Canción de Navidad de Dickens, que pasan Gremlins por la tele y que por lo menos alguien me regala un libro. Bueno, y que el día que alguien me regala un libro, se acaba. Eso es lo mejor de todo. Con un poco de suerte es el día que pasan Gremlins.

Y eso que este año me estoy volviendo adicta a la canela (al té ya lo era) porque me compré el surtido de tés de Navidad de la Tea Shop. Viene en latitas y tiene de (casi) todos los colores, aunque los muy racistas se hayan dejado el oolong y hayan metido roiboos.

Además, tengo sueño. Toda la semana. Mañana adelanto que también.

A lo tonto a lo tonto, esto se está convirtiendo en un blog de verdad. De esos en los que la gente cuenta cosas. Y no sé si eso me gusta.




lunes, 14 de diciembre de 2009

Desvarío

Como mandarinas mientras doy vueltas a la edición de Mirapeixe y qué puedo comentar de sus dos o tres cantigas (sigo sin decidir cuántas son) y que no parezca de un comentario de clase de primero de carrera. También pienso que estoy hasta los huevos de Mirapeixe y que la vitamina C de las mandarinas es mi amiga. Quiero chocolate. Quiero vacaciones. Quiero que termine ya 2009 aunque, paradojas necesarias, eso querrá decir que se habrán terminado también las vacaciones. La señorita Harvey pega gritos en el hermanito de Gregor (o sea, mi ipod aún sin nombre) y parece que últimamente se está convirtiendo en mi banda sonora habitual.

El fin de semana estuve en Pontevedra en casa de la vampira que firma por aquí como Lucy (por Lucy Westenra) entre frío y tiendas pijas. También vimos una película divertidísima que se llama Fonda sangrienta y cuyos últimos veinte minutos yo dormí y jugamos al Cluedo con su hermanita pequeña. Ah, y recuperamos el Crunch como sabor de infancia, envoltorio azul (no sólo el de fuera sino también el de dentro) incluído.

Mi abrigo se abre por atrás y mis faldas se suben. En Santiago hace muchísimo frío y dicen que la semana que viene empieza (oficialmente) el invierno. Por cuestiones de que los dedos se equivocan, estuve a punto de escribir infierno tres veces antes de conseguir poner la uve. Creo que esa es la señal de que debo volver con Mirapeixe.

Las entradas que se escriben solas en los minutos que lleva teclear todas las palabras que contienen son raras. Escasas y extrañas. Las dos cosas.






martes, 8 de diciembre de 2009

Felicidad

Escucha lo que he encontrado hoy en la biblioteca mientras leía revistas. Escucha –se sacó del bolsillo de los tejanos una hoja de papel–. Lo he copiado de una revista, palabra por palabra. Revista de ética médica. Oye esto: "Se propone que la felicidad" –alzó la vista y comentó–: subrayan la palabra. "Se propone que la felicidad se clasifique como un trastorno psiquiátrico y sea incluído en las ediciones futuras de los principales manuales de diagnóstico bajo su nuevo nombre: trastorno afectivo de primer grado, del tipo placentero. La revisión de la literatura sobre el tema muestra que la felicidad es estadísticamente anormal, consiste en una agrupación discreta de síntomas, se asocia con una gama de anormalidades cognitivas y probablemente refleja el funcionamiento anormal del sistema nervioso central. Sigue en pie una posible objeción a esta propuesta: que la felicidad no se valora negativamente. Sin embargo, esta objeción queda invalidada porque está fuera de lugar desde el punto de vista científico."

Philip Roth, El teatro de Sabbath


Cualquier libro del señor Roth es para ser copiado entero pero Ramoncín no me deja y yo no tengo paciencia. Bueno, creo que Ramoncín sí me deja copiarlo porque vive lejos pero paso de arriesgarme.

Sin querer, los títulos de las entradas de diciembre están quedando temáticos. Me gusta, me gusta...

domingo, 6 de diciembre de 2009

Ira


El cuadro se llama "Love's shadow" pero es la cara de mala hostia más grande que he visto en toda mi vida. Pasé siglos sin saber de quién era y un buen día descubrí que era de Frederick Sandys y que se llamaba así. Da igual, siempre será el cuadro de la mala hostia.

Yo llevo tres semanas (y media) cabreada conmigo misma por gilipollas. Mucho. Muchísimo. Infinitamente más de lo que pensé jamás que se pudiera enfadar alguien sin que le estallara la cabeza.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Pavor



En modo bonus track, no menos aterrador pero casi casi más divertido, la chica de a saber qué asociación que cree que Europa es un país en el que se habla francés.