Escucha lo que he encontrado hoy en la biblioteca mientras leía revistas. Escucha –se sacó del bolsillo de los tejanos una hoja de papel–. Lo he copiado de una revista, palabra por palabra. Revista de ética médica. Oye esto: "Se propone que la felicidad" –alzó la vista y comentó–: subrayan la palabra. "Se propone que la felicidad se clasifique como un trastorno psiquiátrico y sea incluído en las ediciones futuras de los principales manuales de diagnóstico bajo su nuevo nombre: trastorno afectivo de primer grado, del tipo placentero. La revisión de la literatura sobre el tema muestra que la felicidad es estadísticamente anormal, consiste en una agrupación discreta de síntomas, se asocia con una gama de anormalidades cognitivas y probablemente refleja el funcionamiento anormal del sistema nervioso central. Sigue en pie una posible objeción a esta propuesta: que la felicidad no se valora negativamente. Sin embargo, esta objeción queda invalidada porque está fuera de lugar desde el punto de vista científico."
Philip Roth, El teatro de Sabbath
Cualquier libro del señor Roth es para ser copiado entero pero Ramoncín no me deja y yo no tengo paciencia. Bueno, creo que Ramoncín sí me deja copiarlo porque vive lejos pero paso de arriesgarme.
Sin querer, los títulos de las entradas de diciembre están quedando temáticos. Me gusta, me gusta...