miércoles, 17 de diciembre de 2008

Una crisis positiva





Mi nombre es Martín Romaña y esta es la historia de mi crisis positiva. Y la historia también de mi cuaderno azul. Y la histora además de cómo un día necesité un cuaderno rojo para continuar la historia del cuaderno azul. Todo, en un sillón Voltaire.

En efecto, el día siete de junio de 1978, entré en crisis, como suele decirse por ahí, aunque positiva, en mi caso, pues logré por fin salir de la melancolía blue blue blue, como solía llamarla Octavia, que fue primero Octavia de Cádiz a secas, porque durante largo tiempo la conocí sólo en estado o calidad de aparición, sí, lo cual me impedía, como es lógico, bañarla en ternura con miles de apodos que prácticamente no vendrán al caso en el cuaderno azul, pero que en cambio justificarán plenamente la adquisición del cuaderno rojo. Plenamente, Octavia.
Cabe advertir, también, que el parecido con la realidad de la que han sido tomados los hechos no será a menudo una simple coincidencia, y que lo que intento es llevar a cabo, con modestia aparte, mucha ilusión y justicia distributiva, un esforzado ejercicio de interpretación, entendimiento y cariño multidireccional, del tipo a ver qué ha pasado aquí.

Alfredo Bryce Echenique, La vida exagerada de Martín Romaña



Releo a Martín Romaña para convertir en positiva mi crisis. O intentarlo. O, al menos, disfrutar con las desventuras de su exagerada vida. Releo Martín Romaña y, como la primera vez que lo leí, hace unos diez años, me planteo comprarme un cuaderno azul. Y otro rojo. Y un sillón Voltaire.

Hubo un tiempo en que declaraba que Bryce era mi escritor. Fue antes del Planeta, antes de la violación a su propia obra que declaran es Pancho Marambio, novela que todavía no me he atrevido a leer. Sin embargo, pocos autores me hacen tan feliz como Bryce. Más Martín Romaña. Más, Julius. Más, el pobre de San Pedro Balbuena que fue tantas veces Pedro y nunca supo negar a nadie. Infinitamente algunos de los capítulos de sus Antimemorias. Algún día, Bryce volverá a escribir. Sin necesidad de que (se rumorea) lo encierren en un piso, le prohiban beber y le digan "escribe algo, que te damos el Planeta". Algún día lo hará. Si no, siempre nos quedarán París y su Guía triste.

¿Plagios? Siempre diré que es una buena noticia, que hay más de un Bryce suelto.

Siempre que me tiembla la mano con un vaso con hielo, pienso en Martín Romaña. Y otras muchas veces.

Soy un ser tremendamente parcial, lo sé. Pese a ello, ya no leo a quien fue mi escritor favorito.




14 never more:

Unknown dijo...

Tengo la primera edición en Biblioteca Fénice de Argos Vergara, allá por el 81...

(confesión friqui)

Juan A. dijo...

A veces está plenamente justificada la adquisición de un cuaderno rojo para proseguir historias previsiblemente coherentes (y, por ende, odiosamente previsibles).

maloles dijo...

Pensaré en él... a ver si sirve.

Muas!

Sergio dijo...

La casualidad, otra vez, me ha dejado helado. El Viernes pasado terminé de leer "Las obras infames de Pancho Marambio". Pensé que Echenique era un escritor de tantos, leído eso. Aunque también le quise dar un voto de confianza y pensar que sería una obra menor. Ahora te leo y veo que hay un par de Echeniques(como mínimo). Yo he leído el peor. Estoy convencido de que es así. Porque nadie alcanzaría su fama y renombre escribiendo la nadería que terminé de leer el otro día. Afortunadamente se acaba rápido y bueno, sin ser genial ni aportar nada, tampoco es un infierno y recorre ciertas calles de Barcelona que para mí son muy especiales. Besos.

Juan A. dijo...

Infinitos cuadernos de infinitas gamas cromáticas para las infinitas sucesiones de estados de ánimo.

Como siempre, tienes razón. Un beso.

Chema dijo...

Yo no lo he leído. Aunque me tomo este post como una excelente recomendación.

Apunta bien. Qué sería del español si ningún sudamericano lo hubiese empuñado nunca...

Juan A. dijo...

Casi temo que vas a volverte una chica formal. No me hagas esto.

Juan A. dijo...

Cielos, me había temido lo peor.

El mundo vuelve a cobrar una pizca de sentido.

Besos.

Juan A. dijo...

A ratos? Sólo? Ay, mi niña, no estarás creciendo? Tigrilla no puede crecer. El universo implosionaría.

Elaine Crespo dijo...

Maryone!

Acho que preciso de cadernos de todas as cores e muitas poltronas para acabar a minha tristeza!:(
Meu estado de Espirito estar muio melancolico e não consigo sair desta
situação!
eu até que tento mas não consigo!

Tenho tido muitas decepçãoes ultimamente com varias pessoas que fazem parate de minha vida! E o propia época do ano nos leva a reflexão e ai a melancolia!

Sinto saudades de amigos mais presentes tenho muito poucos aqui...

Você sumiu uns tempos por causa do trabalho, como dise...
Tomara que volte a postar mais vezes agora!:)

Excluir o FOTOLOG e só nos primeiros dias do ano que vem farei outro...Os problemas de sempre...Sou muito impulsiva e me envolvo muito nos problemas dos outros...
Com o novo fotolog adicionarei somente pessoas que não tenham ligações com as deste...
Exceto Dudus e Darkman que como vc se tornaram meus amigos...!!

Senti muito sua falta e de meus queridinhos pq de uma certa forma é como se eu conhecese vocês!

Um grande beijo da amiga!
Elaine

Juan A. dijo...

Perdón, sí, Tigrilla puede doctorarse sin crecer. Doy fe.

Isabel Tejada Balsas dijo...

anhelo un cuaderno rojo y una crisis positiva, porque las negativas me van a destrozar a éste paso :/

besos de colores .*

Juan A. dijo...

Bueno, tú eres una prueba evidente.

Menos mal. Besos.

Juan A. dijo...

Gracias por introducir un poco de sensatez en este mundo insensato. (Léase al revés.)