lunes, 30 de noviembre de 2009

Es grato oír el nombre que uno lleva

Los nudillos golpean los cristales
de un bar en una esquina. Hasta mí arriba
mi nombre que me busca entre la lluvia.

Es grato oír el nombre que uno lleva.

Es grato descubrir que uno aún importa.
Que importa a sus amigos que le llaman
cuando pasa uno andando por la calle.

José María Fonollosa



El título del post no es el del poema, sino parte de lo que recordaba de él. Es el poema 14 de Destrucción de la mañana, o eso dice internet. A Fonollosa no lo tengo.

11 never more:

CAT dijo...

Porfin alguien que me entiende por que yo voy por la vida comprando cuanto dedal bonito me encuentro jajajaja. Una vez en verdad le regalé uno muy bonito de plata y madreperla a un chico, pero el menso no me entendió y me dijo ¿yo para que carajos quiero un dedal? estás loca, y cómo me dio infinita flojera explicarle, todavía lo tengo.
De hecho por culpa de Wendy soy Fan de los dedales, en eso nos parecemos ella y yo somos una míceras cobardes. Si lo miras campanilla tambien me queda, limpio cacaharros y solo puedo tener una emoción a la vez por que son de mi tamaño jajjajaja. Creo que yo nunca podria ser Tigrilla soy demasiado cobarde U__U Maldita sea tengo que quitarme esta cobardía a bofetadas

Por cierto tu sabes desde cuando las de cola de pez se llamán sirenas? es que esa duda siempre la he tenido, por eso de que las griegas resulta que eran gallina pelonas :P (lo de gallinas pelonas es un chiste)

Saluditos, dedales y etrujos

Comtessa d´Angeville dijo...

Pues a Fonollosa deberías tenerlo. Hay días que con Destrucción de la mañana no puedo, me entran las ganas de nada, me mata.

Juan A. dijo...

Es grato, María. Siempre.

Medea?

Tara dijo...

eso de sentir cómo vibra el aire cuando recitan tu nombre es casi una experiencia mística, sobre todo cuando alguien que no esperas habla por esa boquita.

Isabel Tejada Balsas dijo...

tan grato como poco frecuente en mi caso :(

NeverMore dijo...

Desde luego el señor Fonollosa se pone tan tierno en este poema que casi me lo creo. Supongo que también se le hace más grato escuchar el nombre que uno lleva porque necesita un paragüas y probablemente su amigo lo lleve. O dinero para pagarle el bar de esa esquina. Imposible no entender en su situación que piense en sus amigos.

Juan A. dijo...

Sea, pues, Meryone. En realidad ese es tu nombre, al menos para mí.

(+_+) ... dijo...

Ahh... ¿como resistirse?... yo se lo que es eso, darse a un poema, y entregarle metaforas que sólo uno conoce y juegos de palabras, como hablar en clave', "para que sólo vos me entiendas"...

Miles de besos¡¡

(ya hay coments en el de las mordidas y no has pasado a saludarme''''jajajaja' digo' se le extraña mucho esos rumbos señorita Maryone)

Anónimo dijo...

Linda....Maryone...Gracias por pasarte por mi sitio, te escribo desde este otro, donde voy poniendo obras queridas por mí... Amo a los prerrafaelistas he visto que a vos te gustan también... De manera que amé este lugar...
Muchos besos. Te felicito...
Ana.

Pelo dijo...

Gratísimo.

Pero no lo es tanto no saber responder con la misma moneda.

Besos, Mary.

la palabra en cierne dijo...

De Fonollosa me gustó uno de sus libros. No más.
Quizás me gustó porque lo leí a pachas con el hombre a quien amaba entonces.
Se está volviendo a poner de moda.
Eh, hace poco me preguntabas qué leía de Cunqueiro. El entrañable
Gentes de aquí y de más allá.