lunes, 30 de junio de 2008

Doctor Glas

Queremos ser amados

O en su defecto, admirados

O en su defecto, temidos

O en su defecto, odiados y despreciados:

Queremos despertar en los demás algún tipo de emoción.

El alma se estremece ante el vacío y quiere entrar en contacto a cualquier precio.


Hjalmar Söderberg, Doctor Glas


Lo leí hace algo más de un año (estaba entre las entradas de mi finiquitado blog anterior) y lo busqué para comprarlo el viernes. Pese a lo nada original del texto de arriba, se trata de uno de los libros que más me hayan gustado en la vida. Ni sabía de su existencia, hasta que cierta vampira que se asoma de vez en cuando por aquí, me lo puso en la mano (en la biblioteca geral, en medio de todo cátedra blanco) al grito de "es de un médico con conflictos". Es la hostia. Y en Follas Novas no lo tenían.

El texto que yo quería poner era otro, pero parece que sólo me ha llamado la atención a mí, no se encuentra buscando en internet.

Y mi libreta de citas está en casa.

Cuando tenga internet, se avecinan millones de entradas sacadas de mis libretas de citas. Encontré una del instituto el otro día.

Mientras, la última que merece ser citada. Es de segunda mano, a mí se me pasó en medio de lo dolorosamente bello de Un amor de Swan: "En cuanto a las mujeres bellas, las dejaremos para los hombres sin imaginación." Proust era mucho Proust.

Vuelvo con trovadores sufriendo por amores estúpidos.

Quiero releer El lobo estepario. Hace como un mes que me ronda. Tal vez más.

Mientras, leo la segunda novela de Phillip Roth. Y a Christina Rossetti, comprada el viernes.

Miento. Eso lo hice anoche. Ahora, transcribo trovadores.

0 never more: