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Desde que el mundo es mundo y yo era una criatura rarita. Antes de la adolescencia rebelde. Muchos años antes de desesperar a psicólogos del colegio. Incluso antes de desesperar a mi padre (mi madre siempre tuvo paciencia). Desde que lo vi por primera vez.Ayer no me compré el libro de Taschen del Expresionismo porque era uno más para cargar en la mudanza. Esto es, me lo compraré la semana que viene. Seguro.Por lo demás, Aullido (en los dos posts anteriores) me persigue desde hace como diez días. Al margen del anuncio de coche en el que leen a Kerouak. Ayer hablábamos (durante un concierto en que nos tiraron un gorro) de lo cíclico de determinados autores. Kerouak y Ginsberg lo son casi tanto como Hermann Hesse. Yo a quien amo es a Hermann Hesse, pero Aullido me gusta mucho.Pero esta entrada iba por el cuadro, así que ya está.
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