jueves, 3 de julio de 2008

Sabato me marcó tanto...



Todo triunfo tiene siempre algo de vulgar y horrible.

Sabato


Alejandra, en Sobre héroes y tumbas, claro. Mi libro favorito de adolescencia. Fue la más compulsiva de mis obsesiones. En un momento dado mi vida se tornó demasiado horrible y dejé de tener fuerzas para devorarlo. Me recordaba demasiadas cosas. Ahora va a hacer cinco años que lo dejé a medias por única vez en mi vida. Y pienso releerlo. Inminentemente. Se me borran parcialmente algunas cosas, así que ha llegado el momento.

Inolvidable, como dijo mi madre al verme cogerlo de la estantería.

Y no encuentro una palabra que lo defina mejor.


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