jueves, 9 de octubre de 2008

Más Munch... y Alejandra Pizarnik. Y mi libro favorito
















EXILIO

a Raúl Gustavo Aguirre

Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.

¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas
aunque fuere con sonrisas?

Siniestro delirio amar una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ámgeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.

Alejandra Pizarnik


Esta entrada empezó teniendo muchos más cuadros de Munch y se fue haciendo sola, como en los buenos tiempos del fotolog. El texto aparecía siempre con cuadros de Rosetti, tal vez porque sólo Elizabeth Siddal con la cabeza reclinada puede transmitir la manía de saberse ángel. Pero hoy no me siento mujer fatal, sino todo lo contrario. Aunque la sombra haya muerto. Las sombras son como la energía: ni nacen ni se destruyen, sólo se transforman.

Además, el resto de poemas de Alejandra Pizarnik de mi fotolog iban con cuadros de Munch. Parecían necesitarse mutuamente.

Sé que tengo que hacerme mayor y encontrar un pintor más sosegado como favorito. También debería cambiar Sobre héroes y tumbas por, no sé, algo menos paranoico y desgarrador. Lo que sea. Cualquier cosa duele menos que la historia de los ciegos y el hombre que los sigue y su hija y el amante de ella y el amigo de casi todos que observa: el que pone las notas al pie. Hacerse mayor debe ser eso, dejar de buscar respuestas en los libros. Dejar de buscar respuestas para dejar de hacerse preguntas. Paradójico que lo mismo que nos mata sea lo que nos mantiene con vida. Y viceversa.

Hace diez días que puse una batería de cuadros de Munch, al grito de que, al final, ver su obra es la única catarsis que vale. Y leer Sobre héroes y tumbas. La primera vez que lo leí, me lo puso en la mano mi madre, a quien acababa de contar lo muchísimo que me había gustado El túnel. A ella no le había gustado porque había empezado al revés: primero Martín y Alejandra (y Fernando, y Bruno, y los ciegos); luego Juan Pablo Castel y María Iribarne. Y así no se puede. Yo tenía dieciséis años y estaba de excursión de fin de curso. Pernoctar, pernoctábamos en Torremolinos, pero estuvimos en Granada y en Córdoba. En el autobús pusieron El hombre de la máscara de hierro y yo no soportaba tamaña violación a los mosqueteros, así que saqué el libro que había llevado. Siempre, siempre llevo un libro encima. Generalmente, más. No contaba la historia de mi vida, era mucho más terrible. Mi vida, todo lo que dolían mis dieciséis años de adolescente incomprendida (ahora sé que es lo más normal del mundo, pero entonces no lo sabía) no era nada comparado con como me dolía la historia del libro. Nada.

La última vez que lo abrí (hasta hace menos de un mes, camino a Sevilla), lo dejé a medias. Hacía días que había muerto mi madre y, por una vez, la vida tenía algo contra lo que no se podía luchar. Yo nunca había sido luchadora: un par de años antes de la primera lectura de Sabato me había tomado todo el botiquín. Intenté suicidarme a base de analgésicos: entrañable y completamente inefectivo. Días después empezó la vorágine de pruebas a mi madre, que culminaron en el diagnóstico de dos hepatitis y una cirrosis. Sin emborracharse nunca en su vida, joder.

Mi madre no era como yo. No se atormentaba estúpidamente (y con ello no quiero decir que fuera feliz, aunque creo que lo fue más de lo que estoy preparada para serlo yo) y hacía más o menos lo que se esperaba de ella. Se llevaba estupendamente con sus padres y se casó jovencita con el único novio que había tenido, dejó de trabajar por ello, tuvo dos niños y, quince años después, a mí. Leyó tanto como yo o más y con menos orden, si cabe. No prefería las catarsis, sino las evasiones. Viendo películas, pedía que fueran de miedo y de risa todo a la vez. El primer libro que compró con su dinero fue el Romancero Gitano, en el 53. Tenía doce años. Jamás se le habría pasado por la cabeza suicidarse, ni a los catorce ni después. Nunca, nunca entendió por qué lo había hecho yo.

Pese a ello, y definiéndolo como "un libro inolvidable", me puso en la mano el libro que sería mi máxima obsesión siempre. Incluso durante los cinco años que no lo abrí ni una sola vez, no podía no pensar como lo habría hecho Martín. O Bruno. O Alejandra. O Fernando, según tuviera el día. Puede que a los espíritus menos atormentados este tipo de libros hagan más mella. Si no, no me lo explico. No me explico lo suyo, no lo mío. Lo mío estaba claro desde siempre, desde que era de los libros que más cambiaban en la estantería de casa desde que tuve permiso para coger más o menos lo que quisiera. Y durante muchos años no supe que era una novela. En mi casa hay millones de revistas de Historia, algo así como la mitad de los libros publicados en los últimos treinta años sobre la Guerra Civil y un par de docenas de tema histórico aleatorio. Así que yo me quedaba con los de ficción, que eran más y mucho más emocionantes. Y estaban mejor escritos. Cuando mi madre me habló de él, yo lo había visto montones de veces y no lo había abierto ni una sola. Ni una. Recuerdo comentar que sí, que era un libro que parecía perseguirme y que hasta ese día no me había fijado nunca en su autor. Y que pensaba que era algo así como un sesudo estudio antropológico sobre ritos funerarios. Y ahí vino la definición de "libro inolvidable". Y yo me lo llevé de excursión.

No fue Herman Hesse quien me enseñó a paladear la locura: fue Sabato. Antes, había sido Munch. Después, vinieron otros. Pero nadie supo hacerme ver el horror como ellos. Nadie.

No dejo un párrafo de El túnel ni de Sobre héroes y tumbas (aunque deje los links a las dos en pdf), sino de Abbadón el exterminador. La que he leído menos y la que menos duele. La que está encima de la mesilla esperando relectura. La que no está en pdf en la web.

"Una novela sobre esa búsqueda del absoluto, esa locura de adolescentes pero también de hombres que no quieren o no pueden dejar de serlo: seres que en medio del barro y el estiercol lanzan gritos de desesperación o mueren arrojando bombas en algún rincón del universo."

Ahora, quien me conozca puede buscar motivos por los que pudiera no gustarme Sabato. No los va a encontrar.

Hoy ha sido un día demasiado largo y yo debería estar durmiendo. Como siempre.


19 never more:

1234fgyhjll dijo...

Como siempre un excelente gusto artístico¡¡
Yo no he leído Sobre héroes y tumbas (ya guarde el link, fabuloso el regalito que has dejado ahí). Hay muchas razones para querer morir, de adolescentes “más comunes” y entre artistas aún más recurrentes.
He quedado con una duda… je’ ¿Por qué me has dicho "pero si todos pensaran como tú, la vida sería un caos"?...

BESOS
Lindo post

Jazziturno dijo...

¡No sé por dónde empezar!

Munch, John William Waterhouse, Jimi Hendrix, Alejandra Pizarnik: http://www.fotolog.com/soulfunkjazz/14807418 .Sábato y El Túnel http://www.fotolog.com/soulfunkjazz/14195126, http://www.fotolog.com/soulfunkjazz/14207747

Cortázar, ¡El menú con las partes de Rayuela! El Perseguidor... que hoy mismo estuve escribiendo algo sobre las referencias de jazz que inundan este libro. De Julio no te pongo enlaces a mi fotolog porque hay muchísimos :)

¡¡¡PEDAZO de Blog!!! Lo bien que sabe rodearse Martina :)

Un gusto, de verdad.

Sergio dijo...

A mí no me dolieron esos libros pero los disfruté como tú y me cambiaron de algún modo. Tuve tu suerte. Primero me prestaron "El túnel". Después me compré "Sobre Héroes y tumbas" y por supuesto me acabé la trilogía(también comprando). Sábato es uno de los más subrayables escritores que he conocido. Tú me has recordado que también es de los que se pueden releer ahora que se me desdibuja su "informe sobre ciegos" en la memoria. Tal vez ahora me afecte todavía más. Nunca tuve el valor de suicidarme con analgésicos pero llevo una vida soñando con hacerlo(y sé que no lo haré). Ya descubrí hace tiempo eso que apuntas tú y que también le ocurría al personaje Carvalho de Montalván: que las respuestas no están en los libros. Estos nos hacen hablar mejor y parecer que sabemos más pero cómo cierto filósofo presocrático dijo hace tiempo: nada importa nada. Ni siquiera somos mejores por hacer lo que hacemos, sólo diferentes. De todas formas me siguen fascinando los libros y ciertas personas y ciertos momentos que vivo. Cómo mi escritor preferido, Houellebecq, intento redimirme de la absurdidad de la vida y de su tragedia mediante la ironía. Al menos cuando me la puedo permitir. Excelente post el tuyo.
Por cierto, el otro libro de Roth que leí era "La mancha humana".
Ayer estuve ojeando "El mal de Portnoy" y haciendo peligrar mi bolsillo. Estuve en una enorme y fundamental librería de Barcelona. Me salvó la presentación de un libro.
Besos.

Isabel Tejada Balsas dijo...

Primero de todo, gracias infinitas por mostrame cuadros maravillosos que desconocía que eran de Munch ^^

Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.

Tenemos en común tantas cosas que me asombro hasta yo, pero hoy me he visto en tu historia, he visto a mi madre en la de la tuya (por cierto, no sé si lo habré entendido bien pero tu madre ha muerto hace poco? si es así creeme que de veras que lo siento, hace cinco años que se fue la mía y yo aún no me he repuesto), creo que somos más luchadoras de lo que dices, lo que pasa que no nos sentimos como tales. Somos luchadoras porque cuando a todo el mundo le sostiene el instinto de supervivencia, a nosotros nos falta, nos falla, nos mueve el instinto autodestructivo, parecemos nuestro enemigo, por eso, continuar aquí sin hacernos daño, sea físicamente o psicológicamente, es un acto de valor de cada momento, de cada segundo. Te digo esto y en realidad no lo tengo muy interiorizado, pero sé que es así. Lo que pasa es que el concepto social de "fuerza" es entendido de otra forma. Pero me consta que si todos los "luchadores" que conozco tuvieran mis circunstancias más de uno se derrumbaría.

He mirado los links con curiosidad gatuna, pero ay de mí, no sé que pasa que no se me abren snif snif

Estamos pesimistas, no acompaña ni el tiempo ni nada la verdad. Pero, aunque sé que no sirve de nada, te mando un abrazo enorme mary, gigante y osuno, digo, de osa mayor por lo menos. De esos que le cubren a uno como una mantita caliente en invierno, que le protegen a uno de la lluvia como un paraguas, porque a veces nos llovemos y nos dejamos ir con el agua.

Isabel Tejada Balsas dijo...

madre mía, qué cosas :O

lo de asustar a los demás es totalmente cierto, pero te digo, incluso cuando no tienen motivos para ello, o sea, cuando no han tenido que compartir esos momentos, cuando sólo le enseñas tu etiqueta pero no muestras tus dolores o tus cicatrices, la gente se aparta...no sé, a veces estas cosas me superan :/

de todas formas no quiero ponerte triste hablando de estas cosas, sólo quería que supieras que te comprendo, porque no sé a ti, pero a mí saber que me comprenden(que no necesariamente te tienen que dar la razón, porque comprender y entender no es sinónimo de justificar, pero ya se sabe que son malos tiempos para la empatía) me hace un mundo

nooooo, no me deja abrirlooooo joder joder joder ò_ó
me deja guardarlo en mi pc y cuando le doy a abrir hace un amago extraño, se cierra, me vuelve a salir la ventana preguntandome si quiero abrir, guardar o cerrar y así sucesivamente :(


ains, mil besos linda :)

uminuscula dijo...

yo tambien te echo de menos..
no se si lo notas que yo desde el blog posteo poco, pero tendre que comenzar a cambiar eso..

Elaine Crespo dijo...

Adorei muuuuuito as Imagens!!
São muito lindas!

Sempre penso em fazer um curso de História da Arte e não faço!! Vou ver se no próximo semestre meu sobrinho encontra um para mim, mesmo sendo só ouvinte na universidade que ele estuda. Já sou graduada portanto fica mais facil!

O texto vou tentar ver se traduzo!!
Depois eu volto e te digo se entendi bem!!

Um beijo do Brasil para Folerpae e George!!

Um fim de semna maravilhoso você!!

Beeeejos!

Elaine

Rubén Darío Carrero dijo...

Leí el Tunel a los 12 años, lo recuerdo porque leía después de salir de clases en el 1ero de bachillerato. Leí "Sobre heroes..." tiempo después.
Me anamoré de Alejandra, ese pequeño demonio suave, sus ojos, su cabello largo y negro, me anomoré de su raza historica, de sus fantasmas, de su incomprensión, de su ternura ennegrecida. En las relaciones de mi primera adolescencia siempre fui Martin (una sonrisa se dibuja mientras escribo esto), me convertía en ese personaje de ficción que búscaba ser llevado a la muerte por una mujer, por una adolescente desgarrada y mitomana. En aquella epoca empecé a amar a las plazas y las viejas casas que ahora son museos. Me imaginaba esperando a que alguien me llevara en la estación de camiones y trailers, así como aquuella donde Martin también esperaba huyendo de su "madre-cloaca". ¡Tantas locuras hice después de leer esa novela!. Pero ahora mirenme!! Parezco un tren oxidado debajo de la lluvia.

Besos, Meryone. Gracias por recordarme todo lo hermoso y fatal que era.

P.D.: No hay que olvidar al Sabato ensayista. El escritor y sus fantasmas, Heterodoxia, El uno y el universo, Sobre hombre y engranajes.

Isabel Tejada Balsas dijo...

ains, conozco de los consejos esos fáciles que dan algunas personas, yo por eso hace muuuuucho tiempo que nadie sabe de mis roturas internas, porque vamos, acabas con la sensación de que o somos tontas o que estamos así porque queremos, ea, todo en nombre de la buena intención, ains

de todas formas te admiro, ¿sabes? por lo que cuentas trabajas, estudias, sales, tienes amigos,...no digo que no te cueste la misma vida, por eso precisamente te admiro, porque en mi caso, bueno, no puedo :/

en fin, mira cosas bonitas, por si no lo conoces, a ver si te alegro un poco :)

http://lienzos.blogspot.com/

S. dijo...

Joder, había escrito ya todo mi mensaje y la ventana se volvió loca y se cerró sin más. Odio las computadoras de mi universidad, para lo que sirven.
Así que creo que tendré que saltarme toda la divagación respecto a que Pizarnik en realidad nunca me ha gustado o al modo en que conocí a Sabato, que a estas alturas me suena a historia repetida (que es así pero no es así, se entiende).

Veo que vas por el doctorado, supongo que será una especialización de románicas, ¿no? La verdad no estoy muy segura de cómo esté el sistema por ahí en cuestión de esos grados. ¿Has pensado ya de qué harás tu tesis?
Yo estoy en el último año de la licenciatura. Por aquí nos requieren tesis para graduarnos incluso ahora. No sé bien de qué la haré y además no sé si quiero irme directamente a la maestría. Es un poco confuso todo a esta altura.

Mallorca es una ciudad linda, tengo un amigo muy querido por allá. Pero resulta curioso que hayas terminado en un sitio tan alejado como Galicia, aunque supongo que ya tendrías familia ahí, ¿no?

Afuera parece que va a llover, y yo no me decido entre salir a comer o regresar a mi madriguera. Es terrible tener clases en viernes.

Me dejó algo confusa tu frase inicial sobre mi sueño, aunque creo que sí fue algo así. No sé.

Que estés bien. Un abrazo lluvioso.

Val dijo...

Anabel, meu anjo.. mas que azar é esse com o fotolog???? eu nao atualizo o meu faz um certo tempo, devido a correria na escola, banda e trabalhos paralelo.... qualquer coisa mantemos contato via blog ou ate orkut , ou e-mail!!!

bjus

Gacela dijo...

Buf. Tendría muchas cosas que decir, demasiadas para un primer comentario, creo. Así que sólo te digo que he leído tu post un par de veces y te he sentido cerca. Que me has dado muchas ganas de leer a Sábato (no he leído nada suyo). Y que a mí también me gusta Munch...

Comtessa d´Angeville dijo...

El túnel... uffff...

jess dijo...

Huy... qué puedo decir que no se haya comentado supralíneas ya.

Además claro, que no tengo mucho conocimiento en cuanto a letras y pinceles.....

Sólo puedo decirte que eres un ángel sin edad =D

Mi madre también se casó con su primer novio. A los 18 años.
Y, yo fuí la primogénita.
Luego de un poco más de un año, llegó Lupita, y luego de ocho años, llegó Emilio... ambos son, el rocío de mi juventud.

Un abrazo linda!!!

... yo ando volviéndome loca en la búsqueda de mi absoluto.... sólo que... no me provoca insomnio.. ;)

Anónimo dijo...

Impagables esos cuadros y ese poema. Ah, el poema, Meryone. Es un delirio exquisito el que destila cada palabra, cada verso. Lo leo una vez más. Tendré que volver.

Martín Garrido dijo...

Me parece fantástico que tengas referencias como Munch o Sobre héroes y tumbas, obras oscuras aunque con mucha carga tanto intelectual como espiritualmente. Si te gustan y llegan al alma, no debes cambiar. Yo siempre he tenido problemas comerciales con mi obra pictórica precisamente porque la gente está obsesionada con el positivismo, y yo soy realista...

En fin, un saludo.

Val dijo...

Oi Annabel, mas que absurdo! fecharam seu fotolog, e ai? vai ficar sem postar nada? Só no blog??? Bem, em todo caso, mesmo que você não goste de orkut é um contato, mas podemos falar via e-mail ou então pelo blog mesmo!!!

Poxa, eu não tenho postado no fotolog de terror faz algum tempo, mas eu vi que fecharam o de Elaine!! Será que ela fez outro??? ah , sim ,mandei um email pra voCê , pelo endereço que achei no seu Blog!!!

Se cuida e tudo de bom para você!!!

beijos!!!

Pelo dijo...

Me encanta Alejandra Pizarnik, a quien leí por primera vez en un blog.
Si no hubiera sido por ese blog yo ni en cuenta, qué bueno que existen blogs así, como el tuyo,que es una verdadera guapura artística.

Besos

m a r i e dijo...

me encanto esta entrada